El nuevo jefe de Gabinete de la Casa Blanca, William Daley, es un hombre con importantes conexiones tanto políticas como con el mundo empresarial, un área donde el presidente estadounidense, Barack Obama, necesita mejorar sus relaciones.

En una ceremonia en la Sala Este de la Casa Blanca, el presidente de EEUU describió a su nuevo jefe de Gabinete, que sustituirá al provisional Peter Rouse, como "un experimentado funcionario y un dedicado patriota".

Al contrario que sus predecesores, Rouse y Rahm Emanuel, Daley, de 62 años, no es un hombre que haya mantenido una relación especialmente cercana con el presidente, aunque le apoyó durante las elecciones de 2008 y formó parte del comité asesor que preparó la transición tras la victoria.

Su nombramiento apunta a un deseo de la Casa Blanca de hacer borrón y cuenta nueva en la segunda mitad del mandato de Obama, de cara sobre todo a las elecciones del año próximo.

Para ello, el presidente desea reparar sus relaciones con el mundo empresarial, que han sido cuando menos distantes hasta ahora ante medidas como la reforma del sistema financiero.

Desde este punto de vista, la selección de Daley parece óptima.

De talante dialogante, este demócrata está considerado un centrista eminentemente pragmático, al que no le importa enfrentarse con su propio partido en busca de las soluciones más prácticas a los problemas.

Daley tendrá que exhibir esta característica, sin duda, en numerosas ocasiones a lo largo de su estancia en la Casa Blanca.

Parte de su misión será tratar con el nuevo Congreso, donde los republicanos controlan ahora la Cámara de Representantes y cuentan con una presencia mayor en el Senado.

Procede de una familia de rancio abolengo político: su padre ocupó la alcaldía de Chicago durante la década de los cincuenta y su hermano pequeño, Richard, es el edil saliente de la ciudad, un cargo en el que lleva desde 1989.

Ha ocupado importantes puestos políticos, como la Secretaría de Comercio en los últimos años del mandato de Bill Clinton, y presidió la campaña electoral de Al Gore a la presidencia en 2000. Ha asesorado también a su hermano en Chicago.

Pero la mayor parte de su currículum está relacionado con el mundo empresarial y la banca.

Hasta ahora, Daley, que se reunió este miércoles con Obama en la Casa Blanca para aceptar el puesto, era directivo de una de las grandes firmas de la banca estadounidense, JP Morgan Chase.

Abogado de carrera, tras graduarse en las universidades de Loyola y John Marshall, ha ocupado puestos en la farmacéutica Abbot Laboratories y en el gigante aeronáutico Boeing.

Asimismo, ha formado parte del Consejo de Administración de una inmobiliaria.

Estuvo al frente del Departamento de Comercio entre 1997 y 2000, en un momento de prosperidad para EEUU, y tras la llegada al poder de George W. Bush regresó al mundo financiero.

Ocupó la vicepresidencia de una sociedad de inversiones y la presidencia de la empresa de telecomunicaciones SBC, antes de sumarse al equipo directivo de JP Morgan Chase en 2004.

Su nombramiento, lanzado inicialmente como un globo sonda dentro de la Administración para determinar qué reacciones causaba, ha sido acogido con entusiasmo por el mundo empresarial.

La Cámara de Comercio de EEUU, que ha criticado duramente a Obama con anterioridad, expresó su satisfacción por el nombramiento en un comunicado en el que su presidente, Tom Donohue, calificó a Daley de "un hombre de altura y de una experiencia extraordinaria".