La permanencia del alumnado en aulas enclave en Canarias se queda fijada hasta los 21 años de edad, según especifica la orden que regula la atención al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo, publicada recientemente en el Boletín Oficial de Canarias (BOC), cuando hasta ahora, estos alumnos estaban escolarizados hasta los 24 años.

Las aulas enclave son unidades de escolarización en centros educativos ordinarios en las que se da respuesta a los estudiantes que requieren de adaptaciones que se aparten significativamente del currículo en la mayor parte o en todas las áreas o materias y que precisan de la utilización de recursos extraordinarios de difícil generalización.

Con ellas se pretende un mayor grado de integración de este alumnado, que en caso de no existir tendría que estar escolarizado en centros de Educación Especial.

Canarias cuenta el curso actual (2010-2011) con 129 aulas enclave, que escolarizan a un total de 687 alumnos en el Archipiélago.

Por islas, Tenerife tiene 54 de estas aulas (30 en CEIP y 24 en IES); La Palma, 8 aulas (3 en CEIP y 5 en IES); La Gomera, 2 aulas (1 en CEIP y 1 en IES); El Hiero, 1 aula (1 en CEIP); Gran Canaria, 46 aulas (25 en CEIP y 21 en IES); Lanzarote, 9 aulas (4 en CEIP y 5 en IES) y Fuerteventura 9 aulas (6 en CEIP y 3 en IES).

Las aulas que acogen alumnado de Educación Infantil y Primaria tienen una ratio mínima de tres escolares y una máxima de cinco.

Docente especial

Cada unidad cuenta con un docente especialista y un auxiliar. La respuesta educativa en estas etapas favorece la adquisición de habilidades, destrezas y competencias básicas para la vida diaria que desarrollen su autonomía personal y social, así como sus potencialidades en cuanto a la comunicación.

A partir de los 14 años de edad el alumnado se escolariza preferentemente en aulas situadas en Institutos de Educación Secundaria.

Los objetivos educativos en estas aulas se organiza en torno a la concreción curricular de transición a la vida adulta.

La consolidación de habilidades, destrezas y competencias básicas para la vida diaria son las metas de los profesores que se encargan de estos alumnos, fomentando las habilidades en la comunicación y en la interacción social.

Cada una de estas tutorías escolariza un mínimo de tres escolares y un máximo de seis, contando también con un profesor titulado en necesidades educativas especiales que ejerce de tutor y un adjunto de taller.