El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, Miguel Zerolo, ha derogado el decreto de Emergencia Social porque las ayudas ahora se gestionaban de forma más rápida. Sin embargo, un paseo por el barrio de Añaza da una idea diferente de esa realidad que ofrece el ayuntamiento en sus comparecencias públicas.

Para empezar, cuando acudes a la Unidad de Trabajo Social (UTE) de Añaza te indican que antes de nada tienes que pedir cita con una trabajadora social que estudia tu caso y que te indica los pasos a seguir para conseguir las ayudas de emergencia, de primera necesidad. Esa ayuda, no obstante, tiene que esperar más de un mes (principios de febrero), que es para cuando nos dieron cita en la UTE.

Muy cerca, frente a la asociación de vecinos 8 de marzo, un grupo de personas espera la guagua de Cruz Roja que les trae el desayuno. Un sándwich y un zumo por cada persona de la familia. Para conseguir esta comida, los usuarios explican que tienen que aportar una fotocopia de la tarjeta del paro, del DNI, un extracto de la cuenta bancaria, el libro de familia... Sólo en esta zona de Añaza hay cerca de 20 personas que solicitan este servicio. Desde las 9.30 horas comienzan a llegar a la zona, pero la ambulancia se retrasó ayer y llegó a las 11.00. Los adultos recogieron el desayuno y se marcharon, pero algún niño abrió el sándwich o el jugo sobre la marcha, sin ocultar sus ganas de echarse algo al estómago.

"Antes había trabajo para limpiar casas, oficinas, y ahora no hay ni una escalera", se queja Rosa, que no entiende cómo es posible que alguien asegure que ya no existe emergencia social. Ella tiene cinco hijos y 360 euros de pensión que le pasa su ex pareja por ellos.

"Jamás he pedido una PCI (Prestación Canaria de Inserción) hasta el año pasado. Y me vino denegada por los 360 euros de pensión que cobro", añadió.

Ana María y David, con dos niños pequeños, son más jóvenes, pero llegan desanimados al reparto del desayuno. Acaban de ir a la oficina de desempleo y les han informado de que en febrero dejan de percibir la ayuda de 426 euros (los famosos 400 euros de Zapatero), que es el único ingreso que tienen. Explica que pidió una ayuda alimenticia al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife el año pasado. "Me han dicho que me la han concedido, pero que hasta febrero no me la pueden dar", asegura. Dice que son cerca de 120 euros para comida.

Estas personas no saben nada de reparto de comida gratis a domicilio, ni de facilidades para la entrega de ayuda. Aseguran que les piden muchos papeles y que pasa tiempo hasta que les dan una respuesta. Muchas de las mujeres han trabajado como limpiadoras, los hombres son trabajadores de la construcción que no encuentran empleo. Maty, con una discapacidad, asegura que le piden estudios superiores para los puestos de trabajo. "Yo soy quiromasajista y auxiliar de ayuda a domicilio", dice.

Desde la asociación, comentan que algunos de los que recogen este exiguo desayuno es la única comida que hacen al día. Da miedo sólo de pensarlo.