El comunicado hecho público hoy por ETA -en el que anuncia un alto el fuego "permanente y general, verificable internacionalmente"- es el octavo pronunciamiento realizado por la banda terrorista en los últimos doce meses.

El primero lo hizo el 17 de enero de 2010 mediante un comunicado publicado en Gara, en el que valoraba el documento de noviembre de 2009 en Alsasua (Navarra) en el que la izquierda abertzale abogó por una nueva negociación entre el Gobierno y ETA en un contexto de "ausencia total de violencia" y por la utilización "de vías y medios exclusivamente políticos y democráticos".

"La izquierda abertzale, motor de la lucha de este pueblo, ha hablado, y ETA hace suyas sus palabras", decía la banda en ese primer comunicado del año, en el que no obstante advertía de que "una tregua o un alto el fuego no trae como consecuencia un proceso democrático", sino la presión del pueblo vasco.

En paralelo a los movimientos en el entorno de Batasuna, la banda terrorista decía en otro comunicado publicado también por Gara el 21 de marzo que estaba dispuesta a "dar los pasos que sean necesarios para favorecer el cambio político".

Esa afirmación, sin embargo, iba acompañada de la reiteración del compromiso de "seguir luchando firmemente por Euskal Herria".

El 4 de abril de 2010, la banda terrorista envió al diario Gara el tercer comunicado del año, en este caso con motivo del Aberri Eguna y dedicado casi exclusivamente a explicar las circunstancias del asesinato de un gendarme en un tiroteo en Francia el 16 de marzo anterior.

ETA responsabilizaba a la Policía francesa de la muerte y afirmaba que los ciudadanos franceses y su Gobierno deberían hacer una "profunda reflexión" sobre "a dónde les quiere llevar la borrachera represiva del Gobierno español".

El 24 de julio tres terroristas encapuchados asistieron al homenaje que se rindió al etarra Jon Anza en Ziboure (Francia) y leyeron en nombre de la banda el cuarto comunicado de 2010, que después reprodujo Gara.

"Euskal Herria está a las puertas de vivir un período de cambio para poder recuperar su propia voz", decía el texto leído por los encapuchados, en el que la banda reiteraba su disposición a superar el conflicto por vías democráticas.

El 5 de septiembre, mediante un comunicado remitido a la BBC británica, ETA anunció que "ya hace algunos meses" había tomado la decisión "de no llevar a cabo acciones armadas ofensivas" y aseguró que "si el Gobierno de España tiene voluntad" estaba dispuesta "para acordar los mínimos democráticos necesarios para emprender el proceso democrático".

A ese anuncio, considerado insuficiente por la totalidad de las fuerzas políticas, incluidas las nacionalistas, le siguió sólo trece días después, el 18 de septiembre, un nuevo comunicado dirigido esta vez a la comunidad internacional y, concretamente, a los firmantes de la Declaración de Bruselas, que en marzo habían pedido a ETA un alto el fuego "permanente y completamente verificable".

En el nuevo comunicado, que fue publicado por Gara, la banda no daba respuesta a esa exigencia, aunque se mostraba dispuesta a analizar con quienes habían suscrito esa Declaración los pasos que necesita una solución democrática al conflicto vasco, "incluidos los compromisos que debe adoptar ETA".

La ambigüedad de la respuesta, acogida con decepción por la propia izquierda abertzale, llevó a la banda a conceder, sólo una semana después, una entrevista a Gara, que la publicó el 26 de septiembre y en la que se preguntaba a los terroristas si su comunicado anterior significaba que estaban dispuestos a decretar el alto el fuego permanente y verificable que se les demandaba.

"ETA tiene disposición para dar ese paso y también para ir más lejos, si se crean las condiciones para ello", contestaban los etarras, que no obstante añadían: "Pero esos pasos hay que situarlos en la lógica del desarrollo del proceso".