El documental canario "Ciudadano Negrín" opta a ganar un Goya en la ceremonia que tendrá lugar el 13 de febrero en Madrid. El proyecto dirigido por Carlos Álvarez, Imanol Uribe y Sigfrid Monleón competirá con "Cuánto pesa su edificio, Mr. Foster", "María y yo" y el proyecto de Carlos Bosch "Bicicleta, cuchara, manzana", una historia protagonizada por el político barcelonés Pascual Maragall y su lucha contra el alzheimer.

Pero "Ciudadano Negrín" no va a hacer la única representación de este las Islas en la XXV edición de los Premios Goya. Las intérpretes canarias Ana Wagner y Carolina Beng optan a la estatuilla en las categorías de mejor actriz de reparto y mejor actriz revelación por sus papeles en "Biutiful" y en "Balada triste de trompeta", respectivamente. "Ciudadano Negrín" se proyectará el 26 de enero en los Multicines Renoir Price de Santa Cruz de Tenerife.

Doblete de Santana

El canario Andrés Santana no sólo es el productor del documental que ha dirigido el trío formado por los directores Carlos Álvarez, Sigfrid Monleón e Imanol Uribe, sino que, a su vez, "compite" con "Cuánto pesa su edificio, Mr. Foster", cinta en la que también realiza labores de producción.

Cuatro años tardó en cuajar una idea que empezó moldeando Carlos Álvarez. Luego se incorporaron Imanol Uribe, que concentró todos sus esfuerzos en el rodaje, y Sigfrid Monleón, que se ocupó del montaje. El Gobierno de Canarias participó en la financiación de una película de ochenta y cinco minutos de duración, que tiene localizaciones en Las Palmas (aunque la mayoría de ellas son de archivos de la época), Madrid, Barcelona, París, México DF y San Francisco (EEUU), y que trata aspectos claves de la biografía de Juan Negrín, jefe de Gobierno de la Segunda República entre 1937 y 1945.

Carlos Álvarez admitió que las raíces de esta experiencia audiovisual hay que encontrarlas en una serie "de películas domésticas de Juan Negrín a partir de las cuales intentamos que no fuera el protagonista el que diera información de su vida, sino que los espectadores encontraran unos vínculos que les permitieran reconocer al personaje", puntualizó uno de los directos. "Juan Negrín es un gran desconocido para los canarios. Muchos lo asocian con un hospital de Las Palmas, pero la gente no sabe quién fue", criticó en relación a la escasa relevancia que ha tenido, dentro y fuera del Archipiélago, el médico y político socialista nacido en Las Palmas. "Cuando se proyectó este documental en el Festival de Valladolid y en Jaén nadie sabía quién era el protagonista de la cinta. Lo peor no es eso, sino que en Canarias nos pusimos delante de una estatua dedicada a él y le preguntamos a la gente si sabía quién era el personaje y tampoco lo conocían. Si la nominación a los Goya sirve para difundir un poco la figura de Negrín, el premio es lo de menos", precisó.

Para Sigfred Monleón, otro de los directores de la película, resulta "inexplicable lo poco o casi nada que se ha hablado de Juan Negrín en los últimos setenta años", dijo.

Uribe explicó que la ventaja de contar con un equipo de dirección tan amplio se tradujo en "una labor de documentación más minuciosa, ya que la información a consultar era basta. Heredé el trabajo desarrollado por Carlos e Imanol; yo sólo soy una parte de un abanico de gran tamaño que entre los tres logramos cerrar", precisó. "Estar en los Goya nos abrirá las puertas de TVE -el trabajo cuenta con el respaldo TVAC- y podremos estar en salas de grandes ciudades como Barcelona, Madrid, Málaga, Sevilla y Valencia", enumeró en referencia a una labor que está en manos de Andrés Santana. "La vida de un documental es más corta que la de una película, pero estar nominado a los Goya en una edición en la que se habían presentado treinta y seis títulos es una buena señal". Del sentimiento que le produce estar nominado por dos proyectos, Santana dijo que "no es bueno tomar partido por uno u otro porque es como decidir cuál de tus hijos es el mejor", declaró.

Imanol Uribe, por último, advirtió que "nos nominen a los Goya supone que esta película va a tener una mayor difusión; un recorrido más largo por las salas de proyección". Uribe argumentó que "el documental es una aventura abierta con unas normas diferentes al cine de ficción que te permite avanzar sin estar pendiente de cuál será el final", concluyó.