El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, puso ayer de manifiesto la intención del Ejecutivo de impulsar las reformas que necesita el país para crecer a una tasa media de entre el 2% y el 2,5% hasta 2015, si bien indicó que para lograrlo es "imprescindible" hacer "esfuerzos adicionales".

En estos términos se manifestó durante la presentación del Informe Económico 2010, donde incidió en que, aunque seguirá tratando de alcanzar el "mayor grado posible de acuerdo" político y social, la falta de reformas "es mucho peor que la ausencia de consensos amplios" para llevarlas a cabo.

"Esto no va a ocurrir", subrayó Zapatero ante una audiencia compuesta por los directivos de las principales compañías y organizaciones empresariales del país (como el presidente de la CEOE, Joan Rosell), pero con la ausencia de dirigentes de CCOO y UGT, con los que el Gobierno mantiene un pulso por el retraso de la edad de jubilación que podría motivar una nueva huelga general.

Entre los empresarios presentes destacaron los presidentes del Santander, Emilio Botín; Telefónica, César Alierta; Caja Madrid, Rodrigo Rato; ACS, Florentino Pérez; Repsol, Antonio Brufau, y El Corte Inglés, Isidoro Álvarez.

Aunque Zapatero ve resultados positivos de las medidas tomadas hasta ahora, como la reducción a la mitad del déficit por cuenta corriente, el menor endeudamiento del sector privado y el incremento del 4% de la productividad, considera que aún queda por hacer "en uno de los procesos de modernización económica" más importantes de toda la democracia con el objeto de corregir los desequilibrios acumulados en 15 años.

En este sentido, aseguró que España ya ha salido de la recesión y se ha sumado al proceso de recuperación mundial, pero "aún de manera débil", y mostró su confianza en que los datos de Producto Interior Bruto (PIB) del cierre de 2010 muestren una tendencia "de cuatro trimestres consecutivos de tasas intertrimestrales positivas".

Remarcó su intención de acelerar la reestructuración de las cajas de ahorros, completar la reforma laboral y buscar el máximo consenso posible para la reforma de las pensiones que se aprobará el día 28. Este paquete de actuaciones estaría cerrado antes de junio.

Pensiones.- Zapatero no ofreció nuevos detalles sobre la reforma del sistema público de pensiones, al margen de reiterar su intención de elevar la edad legal de jubilación "en torno al horizonte de los 67 años", aunque de manera "gradual y progresiva" y con excepciones en función del tiempo trabajado y de la "naturaleza del empleo" desempeñado.

Reforma laboral.- Los efectos de la reforma laboral de 2010 empezarán a apreciarse, dijo el presidente, cuando el crecimiento tenga "una intensidad suficiente como para traducirse en creación de empleo", aunque ya ve "indicios de lo que pueden ser sus consecuencias esperadas" en las conversiones de contratos temporales a la modalidad de fomento.

Zapatero indicó que los ámbitos en los que se centrará el desarrollo de la reforma laboral serán las políticas activas de empleo, los expedientes de regulación, el papel de las empresas de trabajo temporal y la negociación colectiva.

Negociación colectiva.- Reiteró que si patronal y sindicatos no llegan a un acuerdo, el Ejecutivo tomará las medidas "que correspondan" para reformar la negociación colectiva, si bien precisó que el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva 2010-2012 ha sido un paso "muy positivo" para la "necesaria moderación salarial".

Aunque Zapatero no mencionó ninguna fecha límite en su intervención, en la copia del discurso disponible en la página web de La Moncloa se habla del 18 de marzo como tope para acordar la reforma de una estructura "muy atomizada" que no ha cambiado en décadas y contribuye a que los ajustes se traduzcan en destrucción de empleo.

Sistema financiero.- El titular del Ejecutivo reclamó a las cajas de ahorros fusionadas que ejecuten de forma "rápida y eficaz" sus planes de reestructuración operativa e integración de actividades, lo que incluye el cierre de sucursales y el ajuste de plantillas.

Todo ello en un momento en el que, reconoció Zapatero, subsisten las dudas sobre la vulnerabilidad de algunas entidades frente a una evolución adversa de la economía y sobre las consecuencias de la crisis de sector inmobiliario.

Esas dudas, prosiguió, dificultan las posibilidades de obtener financiación externa y, por tanto, de proporcionar crédito a familias y empresas, por lo que abogó por que mejoren "lo antes posible" la estructura y calidad de su capital.

En este sentido, dijo que durante enero se dará a conocer información pormenorizada sobre la exposición de las cajas al sector inmobiliario y que los bancos desvelarán dichos datos en la presentación de sus resultados anuales, que se publicarán antes de marzo.

Déficit.- El objetivo de déficit marcado en el plan de estabilidad para 2010, del 9,3%, se va a cumplir "con holgura", del mismo modo que su reducción hasta el 6% en 2011 es "incuestionable", afirmó Rodríguez Zapatero.

España, añadió, "está haciendo los deberes" marcados por Bruselas al tiempo que preserva el necesario gasto en partidas clave para el crecimiento económico, como la inversión en infraestructuras de transportes, educación e investigación, desarrollo e innovación (I+D+i).

Autonomías.- Zapatero planteará a las comunidades pactar los horarios comerciales, reducir las actividades sometidas a licencia municipal e incorporar instrumentos de coordinación con el Gobierno estatal que eliminen "ataduras" que limitan la capacidad económica.

Por otra parte, apuntó que el Ejecutivo aprobará en febrero el Proyecto de Ley de Servicios Profesionales, una reforma que cree que "puede encontrar resistencias".

los datos