El Ministerio de Interior tunecino decretó hoy el toque de queda nocturno en la capital del país y en los barrios que la circundan, tras los disturbios violentos registrados desde la pasada noche en la ciudad, indicó ese departamento en un comunicado.

El toque de queda, que ya se había aplicado la pasada noche en otras cuatro regiones del país (Beja, Gafsa, Kaserín y Telab) estará vigente desde las 20 horas hasta las cinco de la madrugada.

La decisión gubernativa se produce después de que en al menos tres barrios del norte de la ciudad y también en el centro de Túnez se produjeran hoy manifestaciones que derivaron en enfrentamientos violentos con las fuerzas de seguridad.

Centenares de jóvenes que gritaban consignas contra el régimen intentaron acceder a la céntrica avenida Habib Burguiba cuando fueron dispersados por las fuerzas antidisturbios, que dispararon gases lacrimógenos.

También en los barrios pobres del Gran Túnez como la Cité de Etadamén e Intilak se reprodujeron hoy los disturbios y enfrentamientos registrados la pasada noche.

Según informaron a EFE fuentes sindicales y de los partidos de oposición, en tres barrios de la zona norte de la capital decenas de jóvenes se enfrentaron con piedras y cocteles molotov a las fuerzas de seguridad.

En la zona industrial de Ben Arous los manifestantes atacaron el Palacio de Justicia con artefactos incendiarios, mientras que en el barrio de Hamman El Inf, a siete kilómetros de la capital, las fuerzas antidisturbios cargaron con gases lacrimógenos contra varias concentraciones de protesta.

En otra manifestación en la zona agrícola de Mornag, a 20 kilómetros de la capital, se produjeron igualmente actos violentos.

Por otra parte, fuentes sindicales señalaron que en la cuenca minera de Gafsa, en el centro oeste del país, se han reanudado los enfrentamientos, que la pasada noche dejaron un saldo de siete muertos en esa región, según los sindicatos.

Los disturbios se extendieron hoy también a otras zonas como las provincias del sur de Kebili y Douz, además de a la región de oasis de Tozeur.

En un nuevo intento de acabar con las protestas, el primer ministro, Mohamed Ghanuchi, anunció hoy la destitución del ministro de Interior, Rafik Belhaj Kacem, y aseguró que todos los detenidos desde que comenzaron las protestas a mediados de diciembre serían puestos en libertad.

Ghanouchi también prometió la creación de una comisión de investigación de los casos de corrupción en la administración, demandada por los partidos de oposición y las organizaciones sociales.