El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió a la comunidad internacional que mantenga la ayuda a los damnificados en Haití, cuando se cumple un año del terremoto que afectó a ese país, y reiteró su solidaridad con el pueblo haitiano.

"El terremoto (del 12 de enero de 2010) mató ese día a más de 200.000 personas, más de 300.000 resultaron heridas y la escalofriante cifra de 2,3 millones de personas, cerca de una cuarta parte de la población, tuvo que abandonar sus hogares", detalló hoy, en un comunicado, el portavoz de Ban, Martin Nesirky.

Recordó, además, que el Gobierno perdió a miles de funcionarios y gran parte de sus infraestructuras quedaron destruidas, que 102 trabajadores de Naciones Unidas murieron y muchos ciudadanos más "sufrieron terribles pérdidas personales".

Tras esa tragedia, "una de las mayores catástrofes naturales de la historia", el mundo respondió con mucha compasión y ayuda para la gente de Haití, reconoció Ban a través de su portavoz.

Según destacó, "la respuesta internacional y la de la ONU fue una de las mayores de este tipo que se han visto nunca y hoy en día continúa ayudando a los supervivientes".

"Estos esfuerzos deben redoblarse y renovarse. El secretario general llama a la comunidad internacional a que continúe apoyando a los ciudadanos de Haití".

En ese sentido, Ban reiteró el "completo compromiso" de la ONU para "apoyar al Gobierno y al pueblo de Haití en su intento de hacer frente a los desafíos de la reconstrucción y en la reconstrucción de un futuro seguro, próspero y a salvo para todos sus ciudadanos".

"Honramos a quienes nos dejaron y continuamos su trabajo. También rendimos homenaje a la resistencia y la determinación que el pueblo de Haití ha mostrado en este tiempo tan difícil", agregó Ban.