El ex secretario general del PP Francisco Álvarez-Cascos ha dicho hoy que su disponibilidad a presentarse a las elecciones en Asturias con una nueva formación está "expresada y ratificada" pero ha precisado que ahora toca comprobar "si hay disponibilidad de otras personas".

En una entrevista en Telecinco, recogida por Efe, Álvarez-Cascos ha explicado que el hecho de estar ante unas elecciones autonómicas y municipales requiere presentar muchas listas y para "ese gran equipo hacen falta muchos pequeños equipos que sólo se pueden formar si en cada municipio hay personas dispuestas a dar un paso más y adquirir ese compromiso".

El también ex ministro de Fomento ha dicho sentirse en paz consigo mismo tras la decisión adoptada de abandonar el Partido Popular después de 34 años de militancia, además de dispuesto a escuchar "a los cientos o miles de asturianos" que le venían reclamando una iniciativa y a los que ahora invita "a expresarla y concretarla".

En la entrevista, Álvarez-Cascos también ha criticado la actitud de la dirección nacional del PP, a la que ha acusado de no visitar Asturias, ni escuchar a los asturianos.

Además, ha asegurado que la dirección del partido se ha negado a recibir, en Madrid, a los alcaldes del PP que querían explicarles lo que pensaban y ha asegurado que hasta 7.000 militantes han plasmado ante notario sus firmas pidiendo ser escuchados.

Por ello, para el ex dirigente popular "el problema mayor" no es tener un "lapsus" -en referencia al que tuvo el líder del PP, Mariano Rajoy, al errar en el nombre de la candidata del PP por Asturias- sino que se han tomado decisiones "ignorando y menospreciando la voluntad de los asturianos".

A la pregunta de si cree que el ex presidente José María Aznar se habrá arrepentido de señalar a Rajoy como candidato, Cascos ha dicho que en política no tienen ningún sentido ni ningún interés "las decisiones a toro pasado" y ha añadido que Aznar, en su opinión, se sentirá responsable de sus decisiones, como él se siente de las suyas.

Preguntado por las declaraciones del presidente de honor del PP, Manuel Fraga, en las que decía no entender su decisión, Cascos ha señalado que él sabía que no iba a gustarle pero ha insistido en que debía de adoptarla independientemente de lo que pensaran otras personas.

Así, ha precisado que el compromiso consigo mismo de dignidad personal nunca puede estar avasallado por el de disciplina colectiva y debería estar amparado por los órganos competentes.

A la pregunta de qué opinión le merece el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, Cascos ha comentado que el jefe del Ejecutivo tiene un problema fonético ya que "cree en el talante y no cree en el talento, y ese cambio de la ''a'' a la ''e'' empieza a resultar dramático".

Además, ha dicho que Zapatero se olvida de crear "y vuelve a ser otro problema fonético" y en Europa le están pidiendo más confianza y menos fe, es decir, "más hechos concretos".