Luis Chillida, hijo del escultor vasco Eduardo Chillida, dijo que tanto él como su familia están "ilusionados" con los "avances" en el proyecto de la Montaña de Tindaya (Fuerteventura), única obra inconclusa de su padre y que en su opinión resumirá toda su trayectoria.

Según Luis Chillida, su padre les dejó encomendado continuar con este proyecto artístico cuando él se percató de que no podría verlo concluido por los plazos, y que finalmente se consiga sacarlo adelante "sería un motivo de gran satisfacción y homenaje".

La creación de una fundación o instrumento jurídico similar para gestionar la ejecución de la obra, con la participación de la familia de Eduardo Chillida, el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Fuerteventura, "servirá para que las cosas se hagan de la manera más clara y transparente posible, y que, entre todos, podamos hacer una obra de una manera ejemplar".

Para Luis Chillida la obra en la montaña de Tindaya será "un resumen" de la trayectoria y del trabajo de su padre en la piedra y el alabastro durante muchísimos años, "es el gran proyecto que perseguía".

A su juicio, la obra en tierras majoreras contará con "un gran interés", no solamente desde el punto de vista artístico, sino del de la ingeniería, de la construcción y de algo que su padre consideraba muy importante, un desarrollo sostenible.

Según su hijo, Eduardo Chillida quería que el exterior de Tindaya permaneciese de forma invariable, "y tras concluir el proyecto la montaña seguirá casi igual porque la extracción de piedra es un 0,3 por ciento de su volumen".

"La extracción es pequeña para una escala de montaña pero es grande para una humana, y eso mismo demuestra que los hombres somos muy pequeños, que es un poco en lo que basó este proyecto mi padre", concluyó.

El arte de Eduardo Chillida volverá a la vida con la recuperación de su único proyecto inacabado, el "Monumento a la Tolerancia", que consiste en horadar la montaña mágica de Tindaya, en Fuerteventura, con la pretensión de simbolizar la unión del cielo y la tierra.

La culminación del proyecto, que llevaba más de 18 años paralizado y que sigue en pleitos judiciales, será posible gracias al acuerdo alcanzado entre el Gobierno de Canarias y la familia del fallecido escultor con el que, además de culminar ese emblemático sueño, se pretende potenciar los atractivos turísticos de la isla.

El propósito del Ejecutivo que preside Paulino Rivero es convocar antes de dos meses un concurso público para la obra, licitado en unos 75 millones de euros, para que la construcción pudiera comenzar este mismo año.