El antidepresivo escitalopram podría reducir la frecuencia y severidad de los sofocos propios de la menopausia, según se desprende de un estudio gubernamental divulgado hoy por el diario de la Asociación Médica Americana.

La investigación tomó como muestra más de 200 mujeres de mediana edad, que experimentaban un promedio de 10 sofocos por día.

Después de ocho semanas, las mujeres que tomaron el antidepresivo tuvieron 5,25 sofocos al día, mientras que las que tomaron placebo sufrieron 6,5.

La directora del estudio, Ellen W.Freeman, dijo que las mujeres que tomaron escitalopram eran más proclives a pensar que el tratamiento era beneficioso, de manera que la mayoría de ellas expresaron su deseo de continuar con su medicación.

Una persona deprimida necesita tomar antidepresivos durante semanas o meses para comenzar a ver resultados, sin embargo, las mujeres que los toman para aliviar los sofocos de la menopausia notan los cambios en un término de una semana o incluso menos.

Los antidepresivos se utilizan para tratar la depresión mediante un incremento de los niveles de serotonina en el cerebro, pero de momento no está claro cómo ayudan a reducir los sofocos.

Hasta el momento, el tratamiento hormonal es el habitual y el único aprobado por la Departamento de Control de Alimentos y Medicamentos de los EEUU (FDA) para paliar los síntomas de la menopausia.

Sin embargo, no se recomienda mantenerlo a largo plazo porque hacerlo implica el riesgo de padecer una enfermedad del corazón, cáncer de pecho, y otros problemas asociados con la combinación de los estrógenos con la progesterona.

Asimismo, la efectividad de remedios naturales para apaciguar los problemas que acarrea la menopausia, como las hierbas de cimifuga racemosa y el aceite de onagra, es discutida.

Algunos médicos prescriben antidepresivos para reducir los sofocos de la menopausia porque han demostrado ser mejores que el placebo, pero lo hacen de manera extraoficial, sin la aprobación de la FDA.