Un avión Boeing 747-700 de Qantas,que se dirigía desde Sídney a Nueva York con escala en Los Ángeles, tuvo que aterrizar en Fiyi por fallos en un motor, informó hoy la aerolínea australiana.

Los 375 pasajeros del vuelo pernoctaron en un hotel cerca del aeropuerto de Nadi (Suva) y esta mañana partieron de nuevo hacia Estados Unidos.

Al parecer, el problema fue un defecto en la válvula de fuel que abastece a uno de los motores, y Qantas aseguró que el aterrizaje de emergencia se hizo sólo por precaución.

Los hechos ocurren días después de que otro aparato Boeing 747-700 de la misma compañía aérea sufriera en pleno vuelo un pequeño estallido que asustó a los pasajeros.

Varios testigos señalaron que vieron salir humo del motor, y el capitán indicó que éste se había "sobrecalentado".

La investigación inicial de Qantas determinó que el estallido se debió al efecto de las hélices de la turbina, y el avión continuó su vuelo hasta Los Ángeles sin más incidentes.

El pasado noviembre, un Airbus A380 de la aerolínea australiana tuvo que retornar al aeropuerto de Singapur cuando se dirigía a Sídney al sufrir una explosión tras incendiarse el aceite en uno de los motores del fabricante británico Rolls-Royce.

Qantas y otras compañías aéreas decidieron dejar en tierra sus modelos del consorcio europeo hasta comprobar su seguridad, y las reparaciones han costado 80 millones de dólares.