La bolsa española avanzó esta semana el 4,28 % gracias al empuje de la banca y a la mejora de la situación en el mercado de bonos por las subastas de deuda celebradas en Europa y por el temor a subidas de tipos.

Con este segundo avance semanal consecutivo, el mercado nacional se resarce de las pérdidas del arranque de este ejercicio y acumula una subida del 13 % en las diez últimas sesiones negociadas.

Las subastas de deuda en España, Portugal y Grecia celebradas esta semana, que se resolvieron a un menor coste, devolvieron cierta confianza a los inversores, fomentaron las compras de bonos de los países "periféricos" y avivaron la cotización de los bancos, principales poseedores de esos títulos y claros beneficiarios de esta situación.

Aunque en Europa los responsables económicos -Eurogrupo y Ecofín- no se pusieron de acuerdo en ampliar el fondo de rescate y cambiaron las condiciones y algunos de los participantes en las pujas de deuda, la relajación de este mercado benefició a la bolsa y al euro, que acababa la semana por encima de 1,36 dólares. El petróleo Brent rondó los 98 dólares por barril.

Por estos hechos, la banca, aunque las autoridades europeas pretenden imponerles condiciones de liquidez más severas para poder pasar las pruebas de solvencia que soportarán a finales del semestre, llevó de la mano a todo el mercado nacional.

Wall Street y las estimulantes estadísticas que se conocían en distintas partes del mundo, aunque algunas tenían connotaciones preocupantes, también guiaron a la bolsa española, así como los resultados empresariales, entre los que destacaron los favorables de Morgan Stanley, General Electric o Google.

De los datos de actividad cabe destacar el descenso de los subsidios semanales estadounidenses; el aumento de las ventas de viviendas de segunda mano en este país, el crecimiento del 10,3 % del PIB chino el año pasado o la mejoría de la confianza inversora y empresarial en Alemania.

Por el contrario, motivo de preocupación para los próximos tiempos y también aliento de la compra de deuda fueron el aumento de la inflación en China (4,6 % en 2010) y el Reino Unido (3,7 %), que aventuran subidas de los tipos de interés, contención del crecimiento en estos países y tensiones para el mercado bursátil.

En cuanto a la evolución de las principales empresas de la bolsa española, las componentes del índice IBEX 35, subieron veintinueve y bajaron cinco. Iberia, que bajó el 3,88 % esta semana, abandonó este indicador el jueves por su fusión con Britis Airways, aunque el lunes regresará al mercado como la compañía IAG.

La mayor subida correspondió a Sacyr, el 14,52 %, después de suscribir con éxito una ampliación de capital, seguida de Acciona, con un alza del 14,37 %, en previsión de la renegociación de su deuda, con el sector financiero a continuación.

Así, Bankinter, que ganó 150,7 millones de euros el año pasado, el 40,8 % menos, logró una subida semanal del 13,24 %, mientras que Bolsas y Mercados Españoles ganó el 10,95 %; Banco Sabadell, el 10,21 %, y Banco Popular, el 9,14 %.

Acerinox encabezó las pérdidas con un retroceso del 4,31 %, por la caída del precio de las materias primas en previsión de un descenso de la actividad económica en China si suben los tipos de interés, en tanto que Amadeus perdió el 3,92 %, y Técnicas Reunidas, el 3,3 %.

Todos los grandes valores subieron: BBVA, el 8,83 %; Banco Santander, el 6,84 %; Iberdrola, que compró la brasileña Elektro, el 5,95 %; Telefónica, el 4,2 %, y Repsol, el 0,53 %.

La próxima semana, en la que el IBEX partirá de 10.829,10 puntos, los inversores seguirán pendientes de los resultados empresariales, así como de las reuniones que celebrarán sobre los tipos de interés los bancos centrales de Japón y los Estados Unidos, que publicará el dato del PIB de 2010, y de estadísticas de actividad europeas.