El problema del barranco de Badajoz (Güímar) no es sólo la existencia de grandes hoyos creados por la extracción de áridos durante casi medio siglo. A esa situación, que está en vías de solución, se une la preocupación generada por el estado de los 13 túneles que existen en el tramo de la autopista del Sur que cruza por este enclave. Hace dos años que la Asociación para la Defensa de los Barrancos de Güímar Saturnino García hizo público un estudio sobre la situación de los mismos concluyendo que existe una "situación de riesgo para la seguridad" en caso de una importante avenida de agua.

Desde entonces hasta ahora, la única actuación que se llevó a cabo para remediar tal peligrosidad fue la limpieza parcial de algunos de esos túneles, "pero la realidad es que hoy vuelven a estar en la misma situación o, en algunos casos, peor".

En la desembocadura del barranco de Badajoz se encuentra El Puertito de Güímar, concretamente las casi 1.500 viviendas construidas con el desarrollo del plan parcial Las Palmeras, la zona de expansión más importante del municipio güimarero. Esa es la franja de la localidad que se puede considerar en mayor peligro en caso de que se produzca una avenida en la zona, algo que se contempla en los estudios que sobre la materia han realizado tanto el Gobierno central como el Cabildo.

Pero el papel que deben jugar los túneles situados bajo la autopista "será importante en momentos como ese", algo que actualmente "sería imposible de estimar teniendo en cuenta que la mayoría están obstruidos".

Pero no sólo los estudios se centran en esta aspecto, sino en sus dimensiones. Los técnicos han evaluado que "son pequeños", señalando un punto como el más relevante a la hora de determinar la peligrosidad de este lugar. El cauce principal del barranco de Badajoz no dispone de un túnel cuando se encuentra con el talud de hormigón de la autopista, sólo con dos túneles pequeños situados a varios metros de ambos lados del cauce constituyendo los mismos "los únicos desagües del barranco que concentra el caudal de esta cuenca de Güímar, pero el agua necesita desviarse para llegar a ellos después de chocar con el muro de hormigón de la autopista".

Pero de esos dos túneles, sólo el situado al Norte es el que realmente permite el desagüe, pero se da la circunstancia de que "se trata de un hueco mediano a todas luces insuficiente para cumplir dicha función".

Falta de control

Llama poderosamente la atención que la falta de control y de cuidado y limpieza de los túneles llegara a provocar, en su momento, que incluso alguno de ellos fuera utilizado como corral e, incluso, como zona para el ocio y el esparcimiento de alguien que llegó a utilizar el túnel para "hacer tenderetes".

En un periodo de cambio climático como el actual, con el registro de fenómenos meteorológicos inusuales en esta zona cada vez con más frecuencia, con el convencimiento de que "la naturaleza actúa y cíclicamente se producen tormentas que nos devuelven a la realidad", señalan los técnicos, urge resolver un problema "que hoy seguimos estando en condiciones de atacar".

Con el panorama que se dibuja, es fácil concluir que "la autopista del Sur se convierte en un dique de contención en caso de que tenga lugar una gran avenida por el barranco de Badajoz", algo que ya ocurrió.

"Somos ciudadanos preocupados, que conocemos bien la zona y que, en muchos casos, vivimos o tenemos nuestras explotaciones agrícolas en ella. Nos guía, sobre todo, el sentido común y la responsabilidad cívica", explicaba en su estudio la Asociación para la Defensa de los Barrancos de Güímar Saturnino García. Hoy, otros agricultores, vecinos y miembros del mismo grupo inciden en que "es preciso que este llamamiento que hacemos a las autoridades competentes tenga una respuesta inmediata y eficaz, que retiren la basura y las piedras que obstruyen muchos de los túneles que sirven de desagüe a este cauce. Que nadie cierre los ojos porque la realidad es que El Puertito no está seguro en las condiciones actuales".