Las condenas de la comunidad internacional se sucedieron hoy, horas después de que un atentado en el aeropuerto internacional moscovita de Domodédovo causara la muerte de al menos 35 personas y heridas a más de 150.

Así, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó "firmemente" esta acción y mostró su solidaridad con el pueblo ruso, así como su compromiso de mantener una estrecha colaboración entre los dos países en la lucha contra el terrorismo.

La ONU también expresó sus condolencias y su secretario general, Ban Ki-moon, se declaró "consternado", condenó este "acto deplorable e injustificable" y transmitió su "más sentido pésame a las familias de las víctimas y su solidaridad con el Gobierno y el pueblo de la Federación de Rusia".

Asimismo, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ofreció reforzar la cooperación contra el terrorismo con Rusia, pues es "una amenaza común que debemos afrontar unidos" y agregó: "estamos juntos en esto".

Desde el viejo continente, la Unión Europea (UE) condenó el atentado de Moscú y destacó su solidaridad con Rusia y con las víctimas.

"Estoy indignado por este acto criminal y pido que los responsables de este ataque suicida sean perseguidos y castigados", indicó el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, mientras el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, trasladó a Rusia su "profunda tristeza" por las víctimas de este "cobarde atentado".

Varios países europeos manifestaron su pesar por lo sucedido y, así, la canciller alemana, Angela Merkel, transmitió al presidente ruso, Dmitri Medvédev, en un comunicado "sus más sentidas condolencias" y mostró su "dolor" y "disgusto".

En Italia, el primer ministro, Silvio Berlusconi, expresó "su fuerte condena por el vil atentado terrorista" en el aeropuerto Domodédovo, al tiempo que envió su pésame y proximidad en estos momentos a "las familias de las víctimas, al amigo pueblo ruso y a sus líderes".

En sendos telegramas mandados a Medvédev y al primer ministro ruso, Vladímir Putin, el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, subrayó su repulsa por estos hechos y destacó el apoyo del pueblo español, "especialmente sensible" a los efectos del terrorismo.

Zapatero se sumó a la condena "en los términos más enérgicos" manifestada por el Gobierno español a través del Ministerio de Exteriores, en la que se reiteró el compromiso de mantener una estrecha colaboración en la lucha contra el terrorismo.

En el Reino Unido, el ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, se declaró "profundamente conmocionado y apenado" por el atentado y envío sus condolencias "a todos aquellos que han perdido a familiares o han resultado heridos".

Desde América, el Gobierno brasileño, "al deplorar la acción de grupos radicales que recurren a actos de violencia contra civiles, reiteró "su vehemente condena a atentados de esa naturaleza, practicados bajo cualquier pretexto" y mostró su "solidaridad y pesar" al Gobierno ruso y a las familias de las víctimas.