James Franco ha hablado sobre la diferencia entre los besos de verdad y aquellos que aparecen en las películas, comparándolos con algunos episodios de su adolescencia, y ha afirmado que en realidad no son más que una imagen.

El actor ha experimentado lo que es grabarse a sí mismo practicando sexo y sabe que una cosa es lo que se siente y otra lo que se ve en pantalla, que normalmente no tiene tan buen aspecto como se espera.

"Recuerdo que cuando tenía 19 años lo hice (grabar un vídeo casero) y al verlo pensaba: ''Eso se ve horrible''", ha afirmado en una entrevista con Newsweek.

Desde aquel episodio, reconoce tener un "gran respeto" por los actores de cine X, ya que "no sólo lo hacen, sino que también lo venden".

Siguiendo en esa línea, Franco ha comparado esa vivencia con la de las películas, donde los besos que se dan tienen que quedar bien en pantalla, pero eso no significa que se vivan de verdad.

"Es lo mismo con un beso. No es el beso lo que tiene que estar bien, es la imagen. Algo distinto está pasando si es un buen beso", ha sentenciado el actor, que presentará la edición de los premios Oscar de este año junto a Anne Hathaway.