La pensión media de jubilación en España representa el 63% de la media de la Unión Europea (cuando ésta contaba con sólo 15 miembros), frente al promedio del 92% y el 93% en el caso de Reino Unido y Finlandia, respectivamente, según datos recopilados por el sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha), que advierte de que en España uno de cada cinco jubilados está en riesgo de pobreza.

El estudio de Gestha, publicado ayer, revela que España es uno de los países europeos con mayor porcentaje de pensionistas en riesgo de pobreza relativa, el 19,3% del total, sólo por detrás de siete de los otros 26 estados que hoy componen la UE (Letonia, Chipre, Estonia, Bulgaria, Lituania, Reino Unido y Finlandia).

Además, los técnicos recuerdan que las pensiones en España son "reducidas", hasta el punto de que un 77% de los pensionistas del país no llega a ser "mileurista", a lo que hay que añadir una pérdida de poder adquisitivo superior a la de la mayoría de países europeos.

En este sentido, Gestha señala que la relación de ingresos de los jubilados españoles respecto a quienes tienen menos de 65 años se encuentra por debajo de la media comunitaria. Concretamente, la pensión de un jubilado representa el 49% de los ingresos medios que cobran los españoles de entre 50 y 59 años.

Por otro lado, el informe incide en que el gasto en pensiones de España en proporción a su Producto Interior Bruto (PIB) es de los menores de la UE-15. Concretamente, este desembolso se situó en el 8,9% durante 2010, frente al 10,2% de media en la UE-27.

Reforma del sistema

Ante esta situación, el sindicato valora el esfuerzo que el Gobierno viene realizando en los últimos ejercicios para aumentar la pensión media de jubilación. Así, a lo largo de los diez últimos años esta prestación se elevó casi un 60%, hasta los 785,83 euros mensuales.

Respecto a la próxima reforma del sistema, Gestha propone diversas alternativas para mantener la viabilidad y sostenibilidad de las pensiones, entre las que destacan la creación de un modelo mixto de financiación, la mejora de la eficiencia en la recaudación tributaria a través de la lucha contra las grandes bolsas de fraude o el desarrollo de incentivos para posponer voluntariamente la jubilación.

Los técnicos recomiendan introducir una parte de la recaudación de impuestos en el sistema de pensiones, además de las cotizaciones sociales. A su juicio, esta medida permitiría financiar con impuestos casi 5.400 millones de costes administrativos de gestión anual de la Seguridad Social.

Además, abogan por hacer más eficiente el gasto público y por reducir la economía sumergida con el fin de atajar el endeudamiento de la Administración.