Los ministros del antiguo régimen saldrán de los puestos clave del Gobierno de transición tunecino, aunque el primer ministro, Mohamed Ghanuchi, permanecerá a su cabeza, según la propuesta prácticamente definitiva del presidente interino del país, Fuad Mebaza, a la que ha tenido acceso EFE.

El presidente elimina del Ejecutivo a todos los ministros de peso del depuesto presidente Ben Alí, como el de Interior, Ahmed Fría, el de Exteriores, Kamel Morjani, el de Defensa, Rida Grira, el de Finanzas, Rida Chalgum o el de Justicia, Lazar Karui.

Sin embargo, mantiene a Ghanuchi y a dos ministros de menor peso que pertenecían al partido del poder del antiguo régimen -la Reagrupación Constitucional Democrática (RCD)- el de Industria, Hafif Chalbi y el de Planificación y Cooperación Internacional, Nuri Yuini.

El cambio respecto al contestado Gobierno anterior es fundamental, aunque se desconoce todavía el efecto que puede provocar en las protestas populares, que desde hace días demandan la salida de todos los ministros de Ben Alí del Ejecutivo, incluido el jefe del Gabinete.

Ghanuchi ocupó el cargo de primer ministro durante los últimos doce años con el anterior presidente, aunque no se vio mezclado en la corrupción que corroía al régimen y se le considera en general un buen gestor, más tecnócrata que político.

Fuentes próximas a las negociaciones indicaron a EFE que la conformación del nuevo Gobierno está cerrada, pero que su anuncio no se efectuó hoy, como estaba previsto, debido a que el presidente desea contar con su aceptación formal por parte de la oposición, especialmente de la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT).

La dirección del poderoso sindicato UGTT, que desempeñó un papel clave en la organización de las revueltas que forzaron la salida de Ben Alí, pidió al presidente que retrasase el anuncio del nuevo Gobierno hasta una reunión que celebrará mañana, jueves.

La oposición democrática en el país no sería reticente a aceptar a Ghanuchi al frente de un Gobierno sin los principales ministros del antiguo régimen, aunque demanda que se cree un denominado "Consejo Superior de Defensa de la Revolución", encargado de pilotar la transición hasta la convocatoria de elecciones libres.

Ese "comité de sabios", en torno a cuya composición las negociaciones continuaban hoy, se constituiría en una especie de autoridad moral que supervisaría el respeto de las conquistas democráticas y la limpieza del proceso electoral.

Entre los nombres que se barajan para presidir ese Consejo figura el de Ahmed Mestiri, una personalidad de considerable prestigio entre la elite política del país y que no suscitaría el rechazo popular.

Mestiri, de 85 años pero en plenas facultades políticas, fue ministro con el primer presidente del Túnez independiente, Habib Burguiba, pero abandonó el partido en el poder entonces, el Neo Destur, en desacuerdo con su deriva autoritaria.

Entretanto, las manifestaciones que demandan la salida del Ejecutivo de todos los ministros del antiguo régimen, incluido Ghanuchi, continuaron hoy por todo el país.

En la ciudad de Sfax, la segunda de Túnez y considerada la capital económica e industrial del país, se vivió hoy una jornada de huelga general y cerca de 40.000 personas se manifestaron pidiendo la dimisión del Gobierno en pleno.

La Justicia tunecina cursó hoy una orden de detención internacional contra Ben Alí, su mujer, Leila Trabelsi, y varios miembros de la familia de esta última por "adquisición ilegal de bienes muebles e inmuebles", además de por "transferencia ilícita de divisas al extranjero".

El conocido como "clan de los Trabelsi", era detestado por la gran mayoría de los tunecinos, que le acusan de haber saqueado durante décadas las riquezas del país.

Ben Alí se encuentra en Arabia Saudí desde el pasado 14 de enero, aunque diversas fuentes indicaron a EFE que el líder de Libia, Muamar el Gadafi, mantiene desde hace días negociaciones con las autoridades saudíes para su posible traslado a ese país magrebí, uno de los dos grandes y poderosos vecinos del pequeño Túnez, junto con Argelia.