Un grupo de investigadores analizan qué variables psicológicas influyen en que el dolor agudo de cuello y espalda se haga crónico, lo que, según han aseverado, constituye el primer estudio en España sobre esta materia que propone un seguimiento del mismo paciente durante dos años.

Para ello, los psicólogos acuden a centros sanitarios de atención primaria de la capital malagueña, donde entrevistan en cinco sesiones a personas de entre 18 y 65 años que sufren dolor espinal intenso desde hace menos de tres meses y hasta cinco años, ha explicado la responsable del proyecto, Carmen Ramírez.

Hasta el momento, los investigadores de la Universidad de Málaga en su trabajo "Variables psicosociales del dolor crónico" han detectado que los pacientes que son capaces de asumir con flexibilidad las situaciones límite -lo que se conoce como resiliencia- afrontan mejor las dolencias y gozan de una mayor calidad de vida.

Sin embargo, los sujetos más catastrofistas, que padecen niveles de ansiedad más elevados, sienten miedo al dolor y sufren un deterioro superior, que puede impedirles incluso realizar actividades diarias, entre ellas el aseo personal, hacer la cama o ir al banco.

Aquellas personas que han vivido algún tipo de experiencia traumática -como haber sido víctima de violencia de género- son más propensas a padecer dolor crónico, de forma que, en general, se ven desbordadas por las consecuencias que este trastorno les genera.

Las emociones también ejercen un papel fundamental, de ahí la necesidad de evaluar episodios de ansiedad, depresión y otros aspectos relacionados con acontecimientos estresantes que han afligido al paciente, ha subrayado Gema Ruiz, investigadora de la Universidad de Málaga que también forma parte del estudio.

A juicio de la responsable del análisis, la cronificación de un dolor agudo no tiene por qué estar relacionada con la inteligencia emocional, sino con las distintas variables de personalidad, al tiempo que también pueden incidir factores como el consumo de alcohol y drogas, el estatus y la satisfacción laboral.

Además, resulta importante observar los elementos que repercuten en el afrontamiento del dolor, que puede ser activo si el paciente se centra en la resolución del problema, o pasivo, en caso de que la persona quede anclada y no sea capaz de salir adelante.

El proyecto de investigación, que se encuentra en fase de recogida de datos, incorpora también un estudio multimuestra que compara a personas aquejadas de diferentes dolencias, con el objetivo de establecer diferencias entre los sujetos y conocer las posibles causas que han originado que el dolor se cronifique.

Como perspectivas de futuro, la dirigente de esta iniciativa ha manifestado su intención de que el equipo de investigación que lidera lleve a cabo intervenciones preventivas, de manera que, tras conocer qué variables psicosociales influyen en que el sujeto tenga cierta calidad de vida, los terapeutas puedan actuar sobre ellas.