Aunque el sesenta por ciento de los españoles afirma que le preocupa tanto su salud bucodental como su salud general, en el último año, la cifra de población que ha ido al dentista se reduce al 48 por ciento. Una encuesta realizada por el Consejo General de Dentistas de España destaca que la crisis económica, la falta de tiempo o el miedo son algunos de los factores por los que no se acude al médico bucal. Sin embargo, tal y como destaca el presidente de este organismo, Alfonso Villa-Vigil, existe un problema de fondo incuestionable: la falta de "concienciación pública", lo cual puede explicar por qué el 46 por ciento de los padres sólo ha llevado a sus hijos al dentista cuando detectaron un problema; el 19 por ciento lo hace cada dos años o más; y el veinte por ciento no los ha llevado nunca.

Llama la atención que un doce por ciento de los españoles no acuda al dentista por miedo, también que un diez por ciento no lo haga por falta de tiempo. Pero, además, la crisis española ha frenado el uso de servicios dentales por parte de la población española. De hecho, la encuesta que ha realizado el Consejo General de Dentistas de España revela que el 38 por ciento de los entrevistados se plantea más si acudir o no al dentista en época de crisis y finalmente sólo un 23 por ciento decide anteponer problemas económicos a la cita médica.

Desde el consejo aclaran que naturalmente la coyuntura social se ha notado en la asistencia de las consultas, y, aunque no tienen datos concretos, señalan que podría haberse reducido hasta un treinta por ciento el volumen de las visitas al especialista. No obstante, Villa-Vigil matiza que "no es lo mismo que los pacientes dejen de hacer tratamientos de urgencia y aquellos que se pueden posponer"; es decir, que se observa una pérdida de clientes que podían posponer su tratamiento.

Una de las razones que genera un coste final elevado en la consulta al dentista es la falta de periodicidad en la visita y, por tanto, de prevención. El presidente del Consejo General explica que "si se acude cuando las lesiones son incipientes el coste es menor, lo contrario contribuye a que los tratamientos sean más caros porque cuando llega el paciente muchas veces es demasiado tarde".

Los datos de la encuesta, patrocinada por Lacer y que se recoge en el Libro Blanco ''La Salud Bucodental en España 2010'', pese a que mantienen a España en el vagón de cola en lo que se refiere a asistencia dental europea, son positivos para el coordinador de la encuesta y vicesecretario del consejo, el doctor Juan Carlos Llodra, ya que "sitúa a la salud oral en su justa medida" al ser percibida como el resto de problemas sanitarios, y, por otra parte, muestra que "avanzamos hacia un mejor nivel de salud oral".

España es el cuarto país de la Unión Europea donde menos se visita al dentista, sólo por delante de Letonia, Hungría y Rumanía, según el último Eurobarómetro. Este dato, para Llodrá, muestra claramente que "los españoles van menos de lo que debieran al dentista", y choca con la idea general de la población, un 73 por ciento, que cree firmemente que se debería revisar, al menos, una vez al año la salud bucal.

A su entender, el motivo de este déficit de asistencia es que "la mayoría de los problemas orales no son percibidos porque en gran medida no pueden ser autodiagnosticados por el paciente". Estos problemas, que pueden ser prevenidos en sus estadios iniciales, son los que deberían ser tratados y preocupar a la población que prescinde del especialista.

"FALTA DE CONCIENCIACIÓN PÚBLICA"

Para Villa-Vigil, existe un problema de fondo incuestionable que es la "falta de concienciación pública", que en parte está derivada de una falta de hábitos educativos y de una desatención por parte de la cobertura de salud pública. "Hay un desconocimiento de lo que representa la salud de la boca para la salud corporal", ha añadido.

En este sentido, dentro de la encuesta, los expertos han destacado el cuidado bucodental de los más pequeños, entendiendo que la edad recomendada de inicio son los dos años y que se considera niño hasta los trece años. Así, se destaca por ser un dato negativo, que sólo el quince por ciento de los padres han llevado a sus hijos una vez al dentista en el último año.

Además, el 46 por ciento sólo ha llevado a sus hijos cuando detectaron un problema; un 19 por ciento lo hace cada dos años o más; y el veinte por ciento de los padres no los han llevado nunca. Estos datos muestra, según Llodra, que "hay mucho trabajo por hacer, muchísima labor de todos los sectores para transmitir la idea inequívoca de la enorme relevancia de la salud dental en los niños, por mucho que sean dientes de leche".

Respecto a los problemas bucales más comunes detectados por los padres, un 53 por ciento considera que sus hijos no tienen problemas; un 25 por ciento cree que tienen mal posición dentaria y un 21 por ciento señala las caries como el principal problema de sus hijos.

LOS ADULTOS SE QUEJAN DE LAS CARIES, LA SENSIBILIDAD DENTAL Y LAS ENCÍAS

Otros datos que llaman la atención en esta encuesta es que los problemas más frecuentes en la población adulta son las caries, para el 18 por ciento de los entrevistados; la sensibilidad dental, para el doce por ciento; y las enfermedades de las encías, para el nueve por ciento. Asimismo, un quince por ciento de los ciudadanos padece con cierta periodicidad dolores de boca o problemas para masticar.

Los motivos de la última visita al dentista que refleja el sondeo son la revisión, para el 26 por ciento; la limpieza bucal, para el veinte por ciento; y un doce por ciento fue para hacerse una obturación dental. Sólo un diez por ciento por dolor. En lo que se refiere a la calidad oral, entre el cinco y el ocho por ciento tiene dificultades en sus relaciones sociales o laborales ocasionales que han podido incluso causar baja laboral. Mientras, un 48 por ciento afirma no tener problemas dentales.

En cuanto al tipo de población, la encuesta revela que las mujeres acuden más que los hombres; y los mayores de 65 años son los que manifiestan tener menor problemas. Son éstos últimos también los que menos acuden al dentista.