"Que se tiren a la basura o se lleven a un punto Sigre medicamentos que no están caducados es un despilfarro que no se puede mantener". Con estas palabras el director general de Farmacia del Gobierno de Canarias, Buenaventura Fernández, defiende la campaña que se ha puesto en marcha recientemente para evitar que los pacientes acumulen fármacos en sus casas o los desechen cuando aún pueden ser utilizados.

En concreto, los últimos datos disponibles por el Gobierno de Canarias reflejan que en 2009 se desecharon 98 toneladas, es decir, 98.000 kilos de fármacos.

"La empresa que controla estos residuos ha avisado de que gran cantidad de ellos no habían caducado y eso es algo que hay que combatir", señala Fernández, que recuerda que "en caso de duda lo mejor es llevar el fármaco al médico y que sea él el que confirme si pueden seguir siendo utilizados o si es mejor llevarlos a un punto Sigre".

Preguntado sobre las causas que lleva a los canarios a tirar tantas medicinas, el experto las vincula directamente con varios factores. "Todos los médicos piensan que lo que prescriben se lleva a cabo y que el paciente se tomará los fármacos tal y como se le indica, pero no siempre es así y eso hace que se acumulen medicamentos y que, incluso sin haberlos consumido, continúen yendo a la consulta a pedir más".

En este sentido, asegura que existen algunas variables fijas que pueden ayudar a explicar en qué casos suele suceder este "despilfarro", y señala fundamentalmente a los pacientes polimedicados y de más de 65 años.

"El número de pastillas, el número de tomas que se deben hacer y el hecho de que no se trate de tratamientos para síntomas sino para dolencias crónicas que no se notan hace que los pacientes no se tomen correctamente lo que el médico les ha recetado, de manera que son pocos los que gastan los envases al completo y en el tiempo y forma que se les ha prescrito. Incluso hay quien piensa que el medicamento deja de hacer efecto si se toma mucho tiempo o que, como son productos químicos, se le está haciendo daño al organismo y dejan de ingerirlos, sin embargo, continúan yendo al médico a retirar las recetas y a las farmacias a adquirirlos".

En este punto Fernández admite que "la mayor parte de los polimedicados son pensionistas a los que les salen gratis", pero lejos de pensar que esta característica es negativa, considera que es positiva "porque si tuvieran que pagar por ellos, los descuidos serían aún mayores porque probablemente no los comprarían siempre".

Y es que según varios estudios científicos sólo el 20% de los pacientes polimedicados se toman la medicación correctamente, por lo que el Ministerio de Sanidad y Política Social ha puesto en marcha una campaña informativa denominada "Por tu salud, no acumules medicamentos".

Así, las recomendaciones al respecto son claras: con carácter general hay que evitar acumular medicamentos; antes de solicitar al médico nuevas recetas es recomendable revisar los fármacos que se tienen guardados y comprobar que aún pueden ser utilizados conforme a las indicaciones del facultativo; si no se van a utilizar o se tiene dudas sobre si son adecuados para el tratamiento que se sigue, lo idóneo es llevarlos al médico o enfermera, que indicarán qué hacer con ellos; y sobre todo tratar de sacar de la farmacia los fármacos uno a uno y no en grandes lotes.