El británico Andy Murray, que el domingo disputará la final del Abierto de Australia, intenta poner a punto su muslo izquierdo, que acabó tocado el encuentro de semifinales contra el español David Ferrer, después de 3 horas y 45 minutos de partido.

El jugador escocés, que buscará ante el serbio Novak Djokovic su primer título del Grand Slam, acabó el duelo con Ferrer con una contractura muscular en el muslo izquierdo.

Murray notó el tirón al correr hacia la red para alcanzar un tiro del español. Se detuvo bruscamente y sintió el dolor en la pierna izquierda aunque no solicitó el tiempo ni los cuidados médicos.

El tenista escocés fue sometido a un cuidado especial en la zona en las horas posteriores del partido. Sin embargo, en la mañana del sábado se ejerció con normalidad en las instalaciones del Melbourne Park, en la penúltima sesión preparatoria antes de la final del domingo.

"Todo el mundo lo está teniendo problemas en esta etapa del torneo. Mi cuerpo falló un poco al final del partido contra Ferrer. Pero estaré a punto para el domingo", indicó el tenista escocés.