La Chirigota del Sheriff tiene doce componentes, pero uno de ellos -Joaquín Camacho, "Caquitasuelta, 416"- no vino a la presentación de Bambones, esta noche, en el recinto ferial. A la entrevista asisten cinco de los ocho primeros que han llegado: Moy "Botana", 2 años con el Sheriff; Sibón, que lleva 11; el Tomate, 4 años de antigüedad, igual que el Lily. Al frente, el personaje de la chirigota desde hace 14 años, cuando ganaron el primer premio con Los Aleluyas.

Hablar en serio con ellos es muy difícil, y más entrevistarlos. Para estar más distendidos nos reunimos en el Club La Prensa. Ni se fuma ni se bebé ahí, lo que no es impedimento para que monten el espectáculo, y hasta se arranquen con un cuplé, en el que improvisan esta letra. "Este diario se fundó cuando se grabó la película Tiburón, que entonces era boquerón"...

Con este espíritu festivo, arranca la entrevista. Son cinco, pero parecen 40 chiquillos chicos cada cual haciendo de las suyas...

Juan Manuel Braza Benítez es el nombre del Sheriff, el "dueño" de la chirigota que sale a la calle con diferente nombre y tipo -como marcha la tradición gaditana- desde hace 25 años. "Y nosotros tenemos 26, así que entre papilla y papilla cantábamos cuplé".

El Tomate es el "historiador". "El Sheriff iba salir en una chirigota y el autor, un papafrita, decidió no seguir. Juanma escribía poesía", pero "de la mala", añade con cara ruin, gracia y arte que solo tiene Lulu. Tienen su sede en el barrio de Loreto -"pero no de Loreto Valverde", vuelve a advertir el Lulu-, donde jugaba a los tapones o las canicas, cuentan.

A Juan Manuel Braza lo llaman el Sheriff por sus pantalones pegados que realzaban sus piernas arqueadas. "Y la gente lo paraba y le decía: Picha, ¿dónde dejaste el caballo?", interrumpe el Lulu al Tomate. Dado el historial de cada componente parece un grupo de galácticos del Carnaval, aunque para nada van de crecidos, sino que desbordan amor y buen rollo.

Ensayan desde septiembre en una biblioteca de la asociación de vecinos. "Estar en una chirigota es muy duro, curramos y nos reímos, aunque si estuviera ahora aquí el Sheriff te diría: No se puede con ellos, cago en tos sus muertos". Su director musical es Carlos "el Gafamierda, el niño del polipó".

Ensayan de lunes a viernes un par de horas. Y actúan los fines de semana con el repertorio del año pasado. No paran pues desde que terminan el Carnaval tienen actuaciones hasta el siguiente. Esta noche, en la presentación de Bambones, muere su Mojito -repertorio-, "que siempre seguirá en nuestros corazones", dice el Tomate. El año de Los Aguafiestas (disfrazados de guardias civiles, en 2006) mantuvieron su tipo (disfraz y repertorio) dos años, y cada uno de los 12 componentes ganó en total 22.000 euros.

El 4 de febrero comienza el concurso en el teatro Falla con preliminares, luego cuartos de final, semifinales y el viernes 4 de marzo, la gran final, a la que pasan tres chirigotas (que tienen 12 componentes), tres comparsas (15 miembros), tres coros (de 45 integrantes) y tres cuartetos.

El repertorio de una chirigota incluye presentación, dos pasodobles (de letra crítica social o piropos); dos cuplés engarzados (chistes con música) y un poupurrí de 8 minutos, en el que sacan partido al tipo o disfraz que llevan. El próximo febrero van de Cai Story, con el Sheriff de Budy, y el Lulu, de Buzz. Visitaron por primera vez Tenerife en el congreso del Carnaval de diciembre de 2009, y en la siguiente edición ganaron su concurso. Este año vuelven a la presentación de Bambones, y esperan que Tenerife les siga dando suerte. "Nosotros venimos si nos pagan el líquido de las lentillas", dice el Tomate.