El pueblo de Arafo rindió ayer homenaje a su banda de música más longeva, la Sociedad Filarmónica Nivaria, con un acto celebrado en el Auditorio Juan Carlos I de la localidad sureña. En primer lugar, Octavio Rodríguez Delgado presentó su libro sobre el devenir histórico de los ciento cincuenta años de la formación musical, cumplidos el 10 de enero del año 2010. Posteriormente, "la Nivaria", como se la conoce popularmente, ofreció un concierto bajo la dirección de su joven director, Miguel Ángel Expósito Marrero, quien asumió esta responsabilidad el pasado septiembre.

Aránzazu Gutiérrez Oliva, director de Cooperación y Desarrollo Cultural del Gobierno de Canarias, que ha colaborado en la edición, presentó el trabajo de Octavio Rodríguez, güimarero de nacimiento, aunque muy relacionado con el municipio arafero. El investigador ha culminado un volumen de 744 páginas, ilustrado con fotografías de la banda pertenecientes a diferentes épocas. Rodríguez ha glosado el siglo y medio de historia de una formación musical que nunca, ni siquiera durante los períodos bélicos, paró su actividad.

Rodríguez ha asumido de forma desinteresada un trabajo que le ha llevado a visitar archivos civiles, militares y eclesiásticos de toda la isla. El prólogo lo ha elaborado el arafero Febe Fariña Pestano, quien fuera responsable del Archivo Municipal de Santa Cruz.

Octavio Rodríguez sitúa el punto de partida en la fundación del colectivo -con el nombre de Numancia- por Aarón Luis Otazo Marrero en 1860. Otazo, natural de La Orotava y residente en Arafo, fue el primer director y contó con unos instrumentos de segunda mano que compró su acaudalado padre en la Península. Después de duros ensayos en el barranco, aquellos pioneros ofrecieron su primer concierto el 10 de enero de 1860.

En las páginas del libro aparece la trayectoria de todos los directores. El autor hace especial hincapié en algunos que dejaron huella durante su etapa al frente del grupo, caso de Belisario García Siliuto (1903-1932), José Pestano Núñez (1932-1953) o Mario Marrero Fariña (1953-2000).

Bajo diferentes batutas, la banda recorrió toda Canarias y parte de la Península. Especialmente sonada fue su participación en 1976 en el programa televisivo "Directísimo", que en los 70 presentaba José María Íñigo.

José Andrés Sabina Fariña también fue director de la Nivaria, en este caso durante diez años (2000-2010). "La banda -afirma- no es sólo cultura o música sino un compromiso social, sobre todo con los jóvenes. Aquí muchos encuentran una orientación profesional".

Unos cuatrocientos chicos se forman actualmente en la escuela de la agrupación. Muchos han pasado desde esta inagotable cantera a engrosar las filas de otras formaciones en el extranjero, la Península o el ámbito insular como la Orquesta Sinfónica de Tenerife o la Banda de Santa Cruz.

"Hay que tomar ejemplo de Venezuela, a través de la labor impresionante de Juan Antonio Abreu, con su red de jóvenes orquestas, o de Colombia", asegura Sabina Fariña.

El ilustre director no cree que los araferos tengan un don especia para la música: "Sólo hay tradición y trabajo, además del apoyo del ayuntamiento. Esa ayuda es fundamental, igual que la que presta el Cabildo, y hay que mantenerla en tiempos de crisis. Cualquiera puede tener creatividad, aunque no sea un genio".

Respecto a la otra banda arafera, La Candelaria, Andrés Sabina aclara: "Hay una sana rivalidad y objetivos comunes como el fomento del concepto de banda que está en auge hace años en otros países como Estados Unidos, donde hay hasta tesis doctorales y una industria paralela. En España Canarias está en el primer nivel con Valencia y Galicia".

Anoche, tras la exitosa actuación de la banda, la sede de la sociedad en la calle Los Sabandeños fue escenario de un brindis que cerró los actos conmemorativos de una jornada especial en la que los araferos quisieron estar junto a uno de sus símbolos: la banda Nivaria.