Juan Manuel Braza Benítez (Cádiz, 1968), más conocido en el Carnaval gaditano como "el Sheriff", la cara "seria" de su chirigota. El grupo está formado por el Sheriff y Larry, su cuñado, que regentan un negocio de recambio de coches; el Lulu -el personaje del grupo-, que tiene una carnicería y un asador -"el lo mata, lo quema y lo cobra", añade Larry con gracejo andaluz-; "el Lily", que trabaja en la recogida de Basura; "el Fofi", albañil; Antonio, personal de una tienda de electrodomésticos; Andrés, vendedor de la ONCE; Sibón, profesor de Educación Especial; Tomate, el "niño" del Corte Inglés; Carlos "Gafamierda", capatazz de astilleros y director musical; Moi, taxista, y Joaquín, empleado de empresa de pescado congelado. "Somos la única chirigota de Cádiz en la que todos sus componentes trabajan", dice.

¿Cómo se inicia en chirigotas?

En el barrio de Loreto, escuchando a otra chirigota que ahora es competencia, la chirigota del Love.

¿Cuándo fundó su chirigota?

En 1987. Fue Los Feícios, mercaderes de fenicios, pero feos. La fundamos con un hijo de Enrique Villegas, un ilustre del Carnaval.

¿Y cómo se inició como autor?

De rebote. Empezó la chirigota, faltaba repertorio e hice algo. Me dijeron que se me daba y seguí.

¿Qué distingue a su chirigota?

Es muy dinámica y participativa con el público, y sobre todo desprende alegría. Conecta con la gente y hace que participe. Y los pasodobles.

¿Cuál es su estilo de pasodoble?

Me decanto por el crítico y el pasodoble clásico, que es el de sentimiento, que gusta mucho en Cádiz.

¿Cómo compone la música?

A nudillo (y marca el ritmo en la mesa como quien rasguea una guitarra). Después la llevo al grupo y la registran los guitarras del grupo.

¿Qué temas le gusta criticar?

Me encanta aprovechar el trampolín que tenemos para que nos escuche y decir algo que no se quede en el aire.

¿Se ha visto envuelto en algún follón por sus letras?

Sí, cuando salimos de "mosquiteos" y el estribillo decía: "Teo, teo, pa tí cuando me peo". No fue del agrado del público; era para la alcaldesa.

¿Qué es peor en Cádiz: la organización o los periodistas?

A la organización todavía le falta... Hay mucho jaleo. Pero el Carnaval va unido a jaleo, si no no sería Carnaval. Los periodistas bien, hacen su trabajo. Pasa el Carnaval y punto.

¿Reciben subvención?

Sólo tienen subvención los coros, unos 6.000 euros. Nosotros lo que recibimos es por derecho de imagen, el espacio escénico. De eso se encarga la sociedad de autores.

¿Cuánto perciben por premios?

Los premios son simbólicos; unos 3.000 euros más derechos de imagen. No repercute económicamente, pero sí en el caché, ya que sabes que cuando ganas, en el siguiente contrato vas a cobrar más dinero.

Si el gaditano no tuviera gracia, ¿existiría la chirigota?

Si el gaditano no tuviera la chirigota sería de los mejores flamencos del mundo. El flamenco em Cádiz es cuna, pero el Carnaval se ha impuesto más.

¿Cómo elige el tipo?

Siempre intento que el tipo me dé pluma, que el disfraz me dé para escribir, sobre todo cosas cotidianas, que tú adaptas al mundo real y las exageras. La gente se ríe con cosas que te pasan, pero un poquito exageradas y cómicas.

¿Qué tipo haría en Tenerife?

Sacaría unos guías turísticos con un montón de alemanes. Y en las letras diría lo que es la ciudad.

Después de ver a una murga...

La he visto pero no la he escuchado, la conozco de tomar unas cosas y comer medio cochino (se ríe). Es gente encantadora. El carácter de aquí se parece con el de Cádiz por cómo se desviven por la fiesta. Cada uno tiene un Carnaval a su forma. Lo bueno es que cada uno defienda lo suyo. No hay competencia entre uno y otro, son distintos totalmente. La murga a lo mejor busca un poco más la afinación y nosotros la gracia, el chiste y hacer reír.

¿Se puede hacer crítica y humor en el mismo tema?

Sí, perfectamente. Hay pasodobles de cachondeo que dan un mensaje y hacen crítica, como hace el Selu. Ahora hay mucha gente joven empujando, como Quique "Remolino", el Canijo de Carmona...

¿Dónde termina su protagonismo como autor y dónde el de los componentes?

Intento que el grupo se meta muchísimo. Tengo mis temas y mis letras, pero donde verdad escribo es en el ensayo. Me gusta llegar al ensayo y que uno diga una cosa y el otro, otra. Luego voy a casa y lo escribo. No quiero que solo vayan a cantar y luego se marchen a su casa.

¿Aceptaría ser jurado de murga?

No, ni de murga ni de otro concurso; no me veo juzgando a nadie. De la agrupación más mala siempre se saca algo bueno, seguro; siempre aporta alguna genialidad