Se le escapa una sonrisa, casi carcajada, cuando escucha el nombre de un punto de encuentro gastronómico que está pegado a la historia más reciente de La Laguna. Un lugar igual de emblemático que el Puente Vecchio para un florentino, la explanada de Times Square para un neoyorquino o la interminable Torre Eiffel para un parisino. Carolina Bang (1985) ha convertido en realidad su sueño. El próximo 13 de febrero sabrá si le dan su primer Goya por la interpretación que hizo en "Balada triste de trompeta", un filme dirigido por Álex de la Iglesia por el que está nominada en la categoría de mejor actriz revelación junto a Aura Garrido ("Planes para mañana"), Marina Comas ("Pan Negro") y Natasha Yarovenko ("Habitación en Roma"). "No me apetece mentir; quiero ganar este Goya", asegura la actriz lagunera.

¿Cómo lleva la presión de estar en una lista de elegidas?

Bien (sonríe)... La primera noche me costó dormir, pero mi vida ya se ha medio normalizado. Cuando te dedicas a estos sueñas con que un día alguien diga tu nombre, pero en el instante que ocurre te quedas paralizada y necesitas un pellizcón para confirmar que todo es verdad. Es un honor que me permitan formar parte de la enorme familia del cine español.

¿Estar entre las cuatro nominadas ya es una victoria?

Es un sueño inacabado. Todo esto va demasiado rápido y me quedan unos días para asimilarlo, pero no me apetece mentir; quiero ganar este Goya (vuelve a sonreír).

¿Ya se ha puesto en el papel de ganadora?

No... Para nada, prefiero no imaginármelo y tener controlados mis nervios. Lo importante es que valoren tu trabajo con una nominación que me hace muchísima ilusión.

¿Cómo empezó todo?

De chiquitita... Me gustaba participar en actividades escolares que tuvieran que ver con el mundo de la interpretación. Todo se complicó el día que en casa me regalaron una cámara de vídeo (ríe). Sabía que mi futuro estaba vinculado con este mundo, pero antes tuve que completar los estudios (Carolina Bang acabó Arquitectura, habla inglés y ahora está perfeccionando el francés) que ya había iniciado.

En unos días estrenan "La daga de Rasputín", otra película que incluye su nombre en el reparto, y sabrá si su papel en "Balada triste de trompeta" tiene premio. ¿Su carrera está en plena efervescencia?

No me puedo quejar. El 2010 no fue malo y espero que este año sea un poquito mejor. Trabajar siempre genera más trabajo. No sé si estar cerca de un Goya garantiza más oportunidades, pero ganarlo es bueno para promocionar la película ("Balada triste de trompeta") en más salas durante un periodo de tiempo mucho mayor.

A pesar de su juventud y de su aún corta trayectoria profesional, ¿está preparada para competir por grandes papeles?

Soy una actriz ambiciosa que no se rinde ante un revés. No voy por ahí dando empujones ni aplastando a nadie. Aquí hay sitio para todos. Aún no me he encontrado con un compañero o compañera que no me prestara su ayuda. Contrariamente a lo que muchos puedan pensar, éste es un mundo lleno de buena gente y todas esas luchas de las que siempre se habla no son tan frecuentes. Además, no hay dos intérpretes iguales, sino que cada uno tiene sus propios registros.

¿Estar bajo la tutela de Álex de la Iglesia es todo una experiencia?

Sí que lo es... Trabajar con Álex de la Iglesia es un aprendizaje continuo. Es un gran capitán; un director exigente que sabe sacar todo lo bueno que hay dentro de ti. Coincidí con él en "Plutón BRB Nero" (serie intergaláctica que adquirió TVE) y no me ha sorprendido su enorme profesionalidad.

La industria del cine español no pasa por su mejor momento. ¿El 2011 llega con malos augurios?

Está sufriendo las consecuencias de la crisis. No es un problema que afecte al cine. Por desgracia, todo está difícil en España. Personalmente, me gustaría que mi 2011 fuera igual o mejor que el 2010.

Sin embargo, ese ajuste presupuestario que sufre el cine español no supone una merma en la calidad de muchas cintas, ¿no?

El cine español vive un ciclo muy positivo que tiene una gran representación en la lista de nominados a los premios Goya. Los españoles nos podemos sentir orgullosos del cine que se hace en este país.

¿Hablando de dificultades, cada vez cuesta menos que los canarios dejen su tierra para buscar una oportunidad en suelo peninsular?

Eso es cierto. No sé el porcentaje de riesgo que hay cuando se toma una decisión así, pero el otro día éramos muchos los canarios en la recepción de los Goya.

¿Los antiguos problemas con el acento están superados?

Hace tiempo que nos hemos olvidado de esa leyenda. Hoy, los actores y las actrices tienen que hacer un trabajo muy duro para adaptar sus características a un papel. Si te toca hacer de gallego, tienes que tener acento gallego. No creo que una forma de hablar limite tanto la carrera de un intérprete.

¿Qué planes tiene para 2011?

Algo hay, pero me da un poco de yuyu contar en qué proyecto voy a trabajar sin haber firmado aún un contrato o realizar las pruebas previas: entrega de un guión, vestuario, rodaje, etc...

¿Le gustaría acometer un proyecto que se rodara en las Islas?

Soy tinerfeña y nada me haría más ilusión que poder grabar algún día una película en casa. La Isla tiene potencial para la industria del cine.

Musa de Álex de la Iglesia

A los seis años abandonó La Laguna para instalarse en Madrid, aunque suele visitar con frecuencia Tenerife. Virgo (21 de septiembre de 1985) de mirada clara, el retrato robot que describe en su web oficial se ajusta con el de una joven rubia, de ciento setenta y cinco centímetros de altura, ojos verdes azulados y unas medidas esculturales. En televisión, al margen de su participación en la serie "Plutón BRB Nero", Carolina Bang colaboró con el Gran Wyoming en "El intermedio". "Que me encasille como una rubia me sigue dando trabajo", señaló tras conocer su nominación a los Goya. Álex de la Iglesia pensó en ella para el papel de una trapecista -la conoció en un casting de "Plutón BRB Nero" al que se presentaron doscientas chicas- que la mantuvo durante tres meses en un gimnasio: "Trabajé seis horas diarias", apuntó. "Balada triste de trompeta", a la espera de que en los próximos días reaparezca en la gran pantalla "La daga de Rasputín" (Jesús Bonilla), es la apuesta más ambiciosa de una actriz que antes de convertirse en la musa del aún presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España había aparecido en los cortometrajes "Yo soy tú", "Por los amigos", "Casting, Casting...Vol 4", "Madrid-Moscú", "¿Quién es Willy y quién es Wonka?" y "Dime que yo".