Mala presentación, buen concurso. Ésa es la esperanza de Bambones tras el desatino del sábado, donde demostraron falta de garra, encanto o ilusión. Al término de tres horas y media de la gala en los bajos del recinto ferial, tras actuar Rumberos y Joroperos, el insufrible grupo de teatro El Supositorio, la Chirigota del Sheriff y los anfitriones -Bambas y Bambones-, sólo cabía una pregunta: ¿cuándo cantan Bambones? Los de El Cardonal se disfrazaron de murga del montón. Tal vez el tocado de regadera de su nueva fantasía ha contagiado el supuesto hilo conductor de sus letras. Jugaban en casa, pero el sonido fue pésimo. Hubo mucho ruido y les faltó transmitir su mensaje. Tampoco despuntó la Chirigota del Sheriff. Nada que ver con su genial actuación en el congreso celebrado en diciembre de 2009 por la Federación Tinerfeña de Murgas. Verlos en un recinto con mil personas y no en un teatro hipotecó su encanto. Lo peor no fue que la chirigota no sonara -ellos dicen que fue porque los micrófonos eran unidireccionales y no ambientales-. Lo peor es que el Sheriff y el Lulu retornaran a Cádiz pensando que lo que subió al escenario era Bambones.

Bambas presentó su fantasía, de Luis Dávila, de payaso con remiendos y hatillo. Cantaron una excursión por Santa Cruz, y denunciaron las deficiencias que ven a su paso por el ayuntamiento, el parque García Sanabria... Luego salió Bambones, con disfraz híbrido de murga de Las Palmas y grupo femenino, tipo Santi Castro.

Echó tres de sus cuatro temas. El primero, "La retahíla", que parece más un rebumbio por todos los temas que tocan en su resumen del año. "Que respire el que pueda", advirtió su director, y no es para menos... Tocan comisión de fiestas, controladores, "casos bragasgate", Zerolo, plaza de toros abandonada, imagen que ve el turista cuando llega a Santa Cruz. Dicen mucho con una velocidad que impide asimilar las ideas.

Llegó el segundo. Era posible hacerlo peor todavía. Se transforman en murgueros enfadados que hacen luego taichí para relajarse. Parece que las ideas sobrantes del rebumbio las utilizaron para arrancar la canción. No se entendieron sino frases cortas o palabras. "Mando al carajo a CC y PP", plaza de toros, avenida de Anaga, Las Teresitas, "voy a reventar"... Lejos de defender su estilo, ahora bailan. "Bambotriquis" canta al canarión: "aquí cayó el gordo; allí la pedrea", "allí están Serenques; aquí Bambones", se oyó algo de Trapasones y la gente aplaudió porque se supone que era un viaje a quien los humilló en la Champions. Más de cuatro millones de parados y terminan con "Don Enrique, siempre el maestro". Levantaplaza facilón.

Se ofrecieron a cantar su tercer tema: "Diccionario canario", que compara expresiones godas con canarias para hablar de lo mismo: mola/guapo; pedo/lote. Lo mejor, su repaso con sentimiento por cómo se habla en algunas islas (silbo gomero o chacho canarión, que rematan con Shakira: "Esto es África"). Siguieron: "Con acento de aquí hay mucho mamón", y lo resuelven bien al arremeter contra CC por venderse a Zapatero por los presupuestos, a quien recriminaron que la jubilación se amplíe a 67 años. Buen tema, y eso que sólo se les entendió un poco mejor y, sobre todo, no estaban acelerados.

Queda tiempo para que Bambones aprenda a hacerse escuchar o para que el público se adiestre en el lenguaje por signos para poderlos entender a través de su traductora Lourdes Tosco. El sonido fue el peor enemigo de Bambones. Lo mejor es hacer caso a Primi y no colgar la actuación en youtube... para así olvidarla, pues parece que el sábado cantaron como en 2004.