El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, aseguró hoy que no se pronunciará sobre su futuro al frente del partido liberal alemán (FDP) durante su actual gira oficial por Asia.

En declaraciones a medios alemanes a su llegada al aeropuerto de Tokio, Westerwelle afirmó que "con seguridad" no hablará sobre "política de partido" durante su estancia en el extranjero.

"Sería inapropiado. No lo haré", manifestó el ministro de Asuntos Exteriores y vicecanciller al ser preguntado al respecto.

Está previsto que Westerwelle regrese el domingo por la tarde a Alemania, donde desde hace días se habla de forma cada vez más abierta sobre las guerras intestinas dentro del FDP y sobre su posible dimisión como jefe del partido.

De hecho, el lunes tendrá lugar una reunión de la Ejecutiva de esta formación, socio minoritario de la coalición de Gobierno que encabeza Angela Merkel, en la que podría decidirse la salida de Westerwelle, ante las crecientes presiones internas.

De abandonar su cargo al frente del FDP, se desconoce si Westerwelle mantendrá sus puestos en el Gobierno federal.

Aunque las voces internas que exigían su dimisión comenzaron a levantarse a finales del año pasado, las elecciones regionales de finales de marzo en los estados federados de Renania-Palatinado y Baden-Württemberg desencadenaron una espiral de críticas.

En Renania-Palatinado, el FDP, que estaba en la oposición, desapareció del parlamento regional al no superar el 5 por ciento mínimo de votos necesario para tener representación, cuando en 2006 había alcanzado el 8 por ciento del escrutinios y diez escaños.

En Baden-Württemberg, los liberales germanos, que formaban coalición con los conservadores de la CDU como en Berlín, perdieron ocho de los quince asientos que tenían, al pasar del 10,7 %, al 5,3.

Las encuestas nacionales tampoco son favorables para el FDP, que desde hace meses se tambalea sobre la barrera mínima del cinco por ciento, según el "Politbarometer", el sondeo demoscópico periódico de la cadena pública de la televisión ZDF.

Además, Westerwelle ha sido seriamente criticado en Alemania por abstenerse, junto a Rusia, China, Brasil e India, en la votación de la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que sancionó la intervención militar en Libia.

La errática política energética del FDP, que pasó en cuestión de horas de apoyar la energía nuclear a exigir su abandono tras la catástrofe de Fukushima, también ha debilitado la imagen de Westerwelle.

Varios medios locales, como la prestigiosa revista "Der Spiegel", apuntan que los principales candidatos a suceder a Westerwelle al frente del FDP son el secretario general del partido, Christian Lindner, el ministro de Sanidad, Philipp Rösler, y el experto financiero liberal Hermann Otto Solms.