Miles de personas se manifestaron ayer en la plaza de los juzgados de Bengasi para pedir la caída del régimen de Muamar el Gadafi y demostrar que no hay militantes de Al Qaeda en las filas rebeldes.

Desde primera hora de la mañana, centenares de personas se dirigieron a la céntrica plaza, frente al mar Mediterráneo, pertrechados con banderas tricolor -rojo, negro y verde- de la época monárquica, pese a que el día lluvioso no acompañaba para estar al aire libre.

Muchos llevaban también enseñas francesas, cataríes, estadounidenses, libanesas, canadienses y británicas.

Como viene siendo habitual, la protesta comenzó con el rezo musulmán del viernes en el que el imán que encabezó la oración habló del conflicto que se está desarrollando en el país.

El líder libio, Muamar Gadafi, "es un problema para Libia, queremos una Libia libre", aseguró el imán, que subrayó que "los que están con Gadafi no serán parte de la solución".

"Viva la Libia libre, tenemos armas para defendernos de su Ejército (de Gadafi)", agregó el religioso.

Tras el rezo comenzó la protesta en la que los manifestantes gritaron lemas como "no hay más dios que Alá", "levanta la cabeza, Libia libre" y "no Al Qaeda, no terroristas, sí jóvenes".

Durante la manifestación, intervino uno de los líderes tribales del clan Tabu de Kofra, en el sur del país, vestido con túnica y turbante blancos, quien reiteró el anuncio que hizo hace dos días ante los medios de comunicación de que su tribu se ha unido a la llamada "revolución del 17 de febrero".

Inmediatamente después, los manifestantes, entre los que había muchos niños acompañados por sus padres, aplaudieron entusiasmados.