José María Bermúdez de Castro, uno de los codirectores de Atapuerca, duda de que la mandíbula hallada en 2007 en la Sima del Elefante, que se da datado como un resto del homínido mas antiguo de Europa, pertenezca a un Homo antecesor e incluso apunta que podría pertenecer "a una especie desconocida".
Bermúdez de Castro, en un artículo publicado en la revista "Journal of Human Evolution", cuestiona las primeras conclusiones alcanzadas por su equipo cuando atribuyeron los restos al Homo antecesor, una especie catalogada por primera vez en los yacimientos de Atapuerca.
En aquellas conclusiones iniciales, el equipo de Atapuerca, integrado por Bermúdez de Castro junto a Eudald Carbonell y Juan Luis Arsuaga, afirmaba que dicha mandíbula es el fósil de homínido más antiguo de Europa, con una antigüedad de entre 1,2 y 1,3 millones de años y que podría corresponder a Homo antecesor, que recibe este nombre por ser anterior a los ya conocidos hombres de Heidelberg y de Neandertal.
El artículo publicado ahora por Bermúdez de Castro, titulado "Mandíbula humana del Pleistoceno Temprano de Sima del Elefante situada en la Sierra de Atapuerca: Un estudio comparativo morfológico", parte de un estudio a fondo de la mandíbula para concluir que "podría no pertenecer a ninguna especie conocida", según han indicado fuentes del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana.
Los resultados de este estudio serán presentados de forma oficial el próximo día 28 en dicho Centro Nacional de Investigación, del que Bermúdez de Castro es director.
En la misma publicación científica especializada se ha incluido un segundo artículo dedicado a la misma mandíbula, elaborado por un equipo dirigido por María Martinón-Torres, responsable del Grupo de Antropología dental del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana.
Bajo el título "Mandíbula humana del Pleistoceno Temprano de Sima del Elefante situada en la Sierra de Atapuerca: Estudio paleopatológico" este segundo artículo ofrece las conclusiones de un estudio detallado de las severas patologías dentales sufridas por este individuo del Pleistoceno Inferior, algunas de ellas muy similares a las que padece hoy el hombre moderno.