Los socialistas tinerfeños no quieren ni oír hablar de que un acuerdo de su partido a escala regional con Coalición Canaria les caiga en cascada y les obligue a negociar con los nacionalistas en el Cabildo de Tenerife y en la gran mayoría de los municipios de la Isla. En todas las instancias consultadas exigen autonomía plena con la vista puesta en un pacto con el PP.

Las comisiones negociadoras de los nacionalistas y del PSC iniciaron ayer mismo las conversaciones para conformar un acuerdo para dar a CC el Gobierno de Canarias. Este partido, además, ha puesto como condición un acuerdo en cascada en el que entrarían, entre otros, el Cabildo de Tenerife y los ayuntamientos de la capital y de La Laguna, dos feudos de los nacionalistas en los que no han obtenido mayoría suficiente para gobernar.

No es éste, sin embargo, el deseo mayoritario del Partido Socialista en Tenerife, cuyos dirigentes oscilan entre posturas de rebelión abierta a la dirección regional como a la asunción de lo que ésta pacte sin estar por ello de acuerdo.

Ninguna de las fuentes consultadas ha aceptado hablar con nombres y apellidos ante la consigna de silencio absoluto impuesta por la cúpula autonómica a sus dirigentes. No obstante, todas ellas tienen importantes cuotas de decisión en el seno de los socialistas.

En el área metropolitana, son diversas las voces del PSC que advierten de que no están por la labor de facilitar a los nacionalistas ayuntamientos como el de La Laguna. Están dispuestos, incluso, a enfrentarse "a quien sea", aunque esto les cueste la apertura de un expediente.

Más cauta, no obstante, es la postura del candidato al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Julio Pérez, quien, en declaraciones a sus allegados, habría comentado su preferencia por hacer alcaldesa a Cristina Tavío, del PP, la ganadora de los comicios. Sin embargo, dejó claro que, como persona "de partido", acatará las órdenes de la dirección regional.

Las bases recelan

En el Sur, donde socialistas y populares podrían formar o reeditar coaliciones en ayuntamientos como Granadilla de Abona, Güímar o Santiago del Teide, la posición es similar: están dispuestos a desobedecer y harán lo que consideren oportuno "en contra de lo que necesite el partido en la Isla de Gran Canaria", aseguran diversas fuentes de esta zona de la Isla.

A nivel insular, diversos dirigentes aseguran que "la militancia de base del Partido Socialista en la isla de Tenerife está presionando para que los acuerdos que pueda alcanzar el secretario general del PSC-PSOE en Canarias, José Miguel Pérez, con la dirección de Coalición Canaria no afecten a la autonomía de los comités locales de los municipios de la Isla. Es por ello por lo que tanto en el Norte como en el Sur de la Isla la corriente mayoritaria va camino de convertirse en una rebelión si su opinión no es tomada en cuenta", aseguraron algunos dirigentes socialistas.

Esa rebelión se cimenta, sobre todo, en "la posición de debilidad en la que se encuentra Pérez, que no ha sabido llevar el mensaje socialista ni a Canarias en general, ni a Gran Canaria en particular". En este sentido, la pregunta clave que se hacen los máximos dirigentes municipales del partido es: "¿Con qué poder puede imponer José Miguel Pérez un acuerdo en cascada que incluyan a todos los municipios de Tenerife?".

"De abajo hacia arriba"

La respuesta para los tinerfeños es fácil: "Ninguno", sobre todo cuando los resultados "han dejado muy mal parado a Pérez" y, en consecuencia, reclaman que si bien se llegan a acuerdos a nivel regional, incluso a alguno a nivel insular, que no se permitan los municipales en cascada.

Según apuntan como opinión generalizada dirigentes destacados del Norte, que coinciden plenamente con varios del Sur, "defendemos la exigencia de que se escuchen a las bases en cuanto al futuro del PSC en Tenerife y que los acuerdos no sean impuestos por absolutamente nadie, ni desde Ferraz, ni a nivel regional, ni tan siquiera desde la insular".

Es por ello por lo que después de tres días desde que se celebraron las elecciones el patio anda muy revuelto en los municipios desde que se ha hablado de pacto entre CC y PSC-PSOE. Este desacuerdo se puede plasmar de forma espontánea en cuanto se anuncie el pacto regional entre nacionalistas y socialistas, ya que se exigirá la autonomía suficiente para pactar en el ámbito municipal con quien los dirigentes de base del PSC decidan.

"No hablaríamos de una rebelión, pero es una cuestión de decisión, que decidan las bases. Da igual que sean pactos entre CC-PSOE-PP o quedemos en la oposición. Pero por una vez en la vida tenemos que decir que decidan las bases del partido, que el acuerdo sea de abajo hacia arriba y no al revés y encima con una persona que ha perdido tanta fuerza. Necesitamos que la gestora actúe y escuche la voz de las locales", aseguran.