El jefe de la diplomacia palestina, Riad Al Malki, acusó hoy a Israel de optar por la "confrontación" a raíz del discurso pronunciado por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ante el Congreso de EEUU, en Washington.

"Israel ha cerrado todas las puertas para la negociación" pero Palestina está abierta a conversar en cuanto Netanyahu acepte "la solución de los dos estados, las fronteras de 1967 y la partición de Jerusalén", dijo Al Malki en el marco de la reunión ministerial del Movimiento de Países No Alineados (NOAL), que se celebra en la isla indonesia de Bali.

Al Malki aseguró que los palestinos están "más que preparados" para negociar.

En su alocución en Estados Unidos, Netanyahu dijo que no aceptará volver a las fronteras de 1967, y aunque se mostró dispuesto a realizar "esfuerzos dolorosos", también afirmó que es contrario al regreso de los refugiados y a que Jerusalén Este pudiese ser capital de un Estado palestino.

A pesar de la posición de Israel, el ministro palestino consideró positivo que el presidente estadounidense, Barack Obama, propusiera la semana pasada una Palestina basada en las fronteras de 1967.

"Creemos que este reconocimiento está en línea con las posiciones de la Unión Europea y de muchos otros países, lo que nos permitirá llegar a un consenso internacional de que las fronteras del 67 son un principio sobre el que negociar", señaló Al Malki.

Además, agradeció el respaldo del Movimiento de Países No Alineados y destacó que el nuevo paso para Palestina, si no avanzan las conversaciones con Israel, será pedir el reconocimiento como Estado por parte de Naciones Unidas el próximo septiembre.

Para conseguirlo, Palestina necesitaría el apoyo de dos tercios de los 192 países que forman parte del organismo multinacional.

"Sólo queremos la oportunidad de garantizar el futuro de nuestra gente y no buscamos la confrontación con nadie", dijo el ministro en la segunda jornada del encuentro ministerial NOAL, que concluye mañana viernes.

El movimiento, fundado en 1961, está formado por 120 naciones después de que ayer aprobase la incorporación al grupo de Azerbaiyán y Fiyi.