Los dirigentes de los ocho países más ricos del mundo (G8) afirmaron hoy que el líder libio, Muamar al Gadafi, "no tiene futuro en una Libia democrática y libre" y "debe marcharse", en su declaración final de la cumbre de Deauville.

El tono del documento refleja la contundencia con la que se expresaron al principio de la jornada el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el anfitrión, el francés Nicolas Sarkozy.

Obama aseguró hoy, tras una reunión bilateral, que EEUU y Francia están unidos en su determinación de "acabar la tarea" en Libia y Sarkozy indicó: "compartimos el mismo análisis: Gadafi debe marcharse".

Los mandatarios del G8 exigen "el cese inmediato del uso de la fuerza contra los civiles por el régimen libio" y expresan su apoyo a "la soberanía, independencia e integridad territorial y unidad nacional de Libia".

Sobre Siria, los dirigentes del G8 se manifiestan "horrorizados por las muertes de tantos manifestantes pacíficos" y por "las reiteradas y graves violaciones de los derechos humanos".

Instan a las autoridades sirias a "cesar inmediatamente el uso de la fuerza y la intimidación contra el pueblo sirio y a responder a sus demandas legítimas a favor de la libertad de expresión, derechos universales, y aspiraciones".

Piden, además, "la liberación de todos los presos políticos en Siria".

Según el documento, "solo el camino del diálogo y las reformas fundamentales pueden llevar a la democracia y a la seguridad y prosperidad a largo plazo".

Advierten que si las autoridades sirias hacen caso omiso a este llamamiento "estudiaremos medidas adicionales", sin concretar.

También condenan el empleo de la violencia por las autoridades yemeníes contra las protestas e instan al presidente Ali Abdalá Saleh a "respetar sus compromisos y garantizar que se atiendan las legítimas aspiraciones del pueblo".

Respecto al conflicto israelí-palestino, expresan su "apoyo fuerte" a las ideas expresadas por el presidente Obama el pasado día 19, y dicen que "ahora es el momento para reemprender el proceso de paz", basándose en "las aspiraciones de los palestinos para un estado soberano y viable, y de los israelíes para la seguridad y la integración regional".

Instan a las autoridades iraníes a cesar la represión contra su pueblo y que levanten los impedimentos a la libre circulación y comunicación de los dirigentes de la oposición.

Los mandatarios del G8 recuerdan que las autoridades iraníes "han expresado reiteradamente su apoyo a la libertad y democracia en otras partes de la región", por lo que el país debería desempeñar un papel "constructivo y responsable".