Al menos catorce personas murieron ayer cuando la Policía yemení reprimió a los manifestantes que se habían instalado en una céntrica plaza de la ciudad de Taiz, en el sur del país, informaron ayer fuentes médicas. Las fuerzas de seguridad llegaron a emplear fuego real para dispersar a los manifestantes, según las mismas fuentes.

La acción policial, que comenzó el domingo, se prolongó durante la madrugada de ayer en la plaza Libertad del centro de Taiz, donde se concentraron los opositores al régimen del presidente Ali Abdalá Saleh.

Las fuerzas de seguridad yemeníes utilizaron cañones de agua para reprimir a los manifestantes e incendiar el campamento que habían levantado en la plaza Libertad, y también usaron fuego real para aplastar la protesta, según las fuentes médicas.

Taiz, antigua capital y el principal centro industrial de Yemen, se ha sumado en las últimas semanas a las ciudades que están siendo escenario de manifestaciones de protesta contra el régimen de Saleh.

El domingo, en esta misma localidad, al menos tres manifestantes murieron y otros noventa resultaron heridos por disparos de la Policía durante una protesta ante el edificio del consejo municipal.