El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, constató ayer que la CEOE "ha endurecido su postura" en la última reunión con los sindicatos para reformar la negociación colectiva, lo que "puede estar anunciando el fracaso final en la negociación". Por ello, ratificó su intención de llevar al Consejo de Ministros una norma sobre la reforma si no hay finalmente consenso.

Aunque hoy habrá un nuevo encuentro entre los "primeros espadas" de la patronal y los sindicatos, en el que el Gobierno espera que se pueda "reconducir" la situación, Gómez reconoció que "apenas queda tiempo" y remarcó la intención del Ejecutivo de legislar a partir del 10 de junio.

Sobre qué camino tomaría el Gobierno, habló, en un desayuno informativo, de la aprobación de una norma en la que exista un "equilibrio" entre la flexibilidad en el seno de las empresas y la protección de los trabajadores, aunque ello fuera criticado por las partes.

En la misma línea, la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, indicó que se valorarán los puntos de encuentro que han acercado a empresarios y sindicatos durante el proceso negociador.

Por su parte, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, aseguró que el domingo estuvieron "a un cuarto de hora" de firmar con la CEOE la reforma, y a punto de llamar a Gómez para que se incorporase a la reunión.

En su opinión, el distanciamiento se debe a que los "sectores más refractarios" de la patronal han aprovechado para dar batalla en el momento final.

El presidente de la patronal madrileña CEIM, Arturo Fernández, negó que la propuesta de su organización para "enriquecer" la revisión de los convenios impida el acuerdo.