La Delegación en Canarias del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses analiza muestras relacionadas con el fallecimiento de varias personas indigentes en Tenerife a requerimiento de los jueces que instruyen la investigación correspondiente.

Así lo indicó en declaraciones el director del citado organismo, José Antonio Cuellas, quien precisó que el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses no inicia jamás de oficio ningún tipo de investigación, sino que está a disposición de los requerimientos de la autoridad judicial.

Explicó que el Instituto depende orgánicamente del Ministerio de Justicia y es un laboratorio oficial que tiene el cometido de prestar servicio a la autoridad judicial, es decir, jueces, fiscales y tribunales.

Señaló también que en el caso del fallecimiento de varios indigentes en Tenerife son varios los juzgados que instruyen la investigación y precisó que no se trata de esclarecer judicialmente los motivos de estas seis muertes, pues en algunos casos el médico forense tiene claras "las causas y el mecanismo" del óbito.

Añadió José Antonio Cuellas que únicamente los jueces podrán dictaminar si hay un nexo entre las causas de estos fallecimientos una vez dispongan de todos los informes forenses del Instituto de Medicina Legal y del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.

Indicó que el procedimiento penal por una muerte se inicia por parte del juzgado que esté de guardia y por lo tanto, no se ha hecho cargo un solo juzgado de todos los casos.

Agregó que se consideran muertes judiciales aquellas que son violentas o sospechosas de criminalidad y dentro de estas últimas se incluyen las muertes súbitas, las que acontecen sin que se conozcan factores predisponentes o precipitantes de las mismas.

En estos casos no se certifica la defunción por un médico sino que interviene el juzgado, y es el médico forense el competente para investigar las causas y mecanismos de muerte, puntualizó Cuellas.

Cuando el médico forense considera que se precisa un estudio complementario de laboratorio se recogen y remiten muestras al Instituto Nacional de Toxicología para que con sus dictámenes se puedan establecer las conclusiones que permitan al juez tomar la decisión oportuna.

Hay casos que se pueden resolver con una determinación analítica concreta pero otros requieren un gran número de muestras, como ocurrió en relación con la muerte de la conductora de TITSA Isabel Canino, que conllevó el análisis "de cientos de muestras", detalló José Antonio Cuellas.