Los países de la OTAN acordaron ayer extender por 90 días más, hasta finales de septiembre, su misión en Libia, según anunció el secretario general de la organización, Anders Fogh Rasmussen.

"Esta decisión envía un claro mensaje al régimen de Gadafi: estamos determinados a continuar nuestra operación para proteger al pueblo de Libia. Mantendremos nuestros esfuerzos para cumplir con el mandato de Naciones Unidas", señaló la OTAN en un comunicado.

La Alianza Atlántica asumió el control de las operaciones internacionales en Libia el 31 de marzo y aprobó un plan de operaciones por 90 días, que vencían a finales de junio. Con la decisión de ayer, las acciones de la OTAN podrán continuar en el país norteafricano por tres meses más.

Este tipo de pasos requieren el apoyo unánime de los 28 Estados miembros, que en marzo necesitaron de interminables reuniones para acordar la activación del dispositivo militar.

"Nuestra decisión también envía un claro mensaje al pueblo de Libia: la OTAN, nuestros socios, toda la comunidad internacional, está con vosotros. Estamos unidos para asegurar que podéis moldear vuestro propio futuro. Y ese día se está acercando", añadió.

La Alianza dijo ver claras señales de fractura en el seno del régimen de Muamar al Gadafi después de las últimas deserciones de altos mandos del Ejército.

En las últimas semanas, la OTAN ha intensificado sus ataques, en especial, sobre la capital con el fin de debilitar la capacidad militar del régimen.

Desde que comenzó sus operaciones en Libia, los aviones de la Alianza han llevado a cabo cerca de 9.000 salidas, de las cuales más de 3.000 han sido de ataque.

Junto a su operativo aéreo, la OTAN controla por vía marítima la aplicación del embargo de armas decretado por la ONU sobre Libia.

Por otra parte, una comisión investigadora de la ONU establece en un informe que las fuerzas gubernamentales de Libia cometieron crímenes contra la humanidad y de guerra en el conflicto que los enfrenta a los rebeldes al régimen de Muamar el Gadafi.

Esta conclusión -parte del informe presentado ayer a la Secretaría del Consejo de Derechos Humanos, que se reúne actualmente en Ginebra- se basa en la información recogida sobre el terreno por los expertos en derechos humanos que integran la comisión.