NO SOLO es una misión posible, sino a todas luces necesaria. Ya que es uno de los países más beneficiados por la madre naturaleza; situado estratégicamente en el istmo centroamericano y que se extiende majestuosamente desde el océano Pacífico hasta el Caribe.

Podría, por sus características, ser en el futuro uno de los destinos turísticos líderes en el panorama internacional, ya que ofrece un abanico de posibilidades casi ilimitadas: extensos bosques, volcanes, espectaculares playas y multitud de recursos naturales. En su pequeño territorio alberga el 5% de la biodiversidad de nuestro planeta, con la ventajosa premisa de que ese tesoro está exquisitamente defendido tanto por la población en general como por su Gobierno en particular.

El ecoturismo es ciertamente popular y apreciado por la variada cantidad de parques nacionales y áreas protegidas. Además, por haber sido uno de los pioneros en ese segmento a nivel mundial. Sin necesidad de recorrer grandes distancias, se puede disfrutar de toda su variada oferta. Su clima es tropical, oscilando el termómetro entre los veinte y treinta grados; y algo mucho más importante aún: la temperatura media del mar ronda los veintisiete grados, por lo que sus magníficas playas son, sin duda, otro atractivo a tener en cuenta. Tiene una superficie de 51.100 km2, con una población de 4,5 millones de habitantes. Quizás, entre sus singularidades, la de mayor fuerza es la de disfrutar de una de las democracias más estables y consolidadas de toda Iberoamérica. Costa Rica no tiene ejército, goza de una envidiable calidad de vida. Uno de sus logros más valorados es el de su seguridad.

En la clasificación del índice de Competitividad Turística ostenta la cuarta posición en el continente. Es, sin lugar a dudas, el primero entre los países de América latina. Aun a pesar de ello, no está entre los setenta y cinco primeros destinos mundiales.

Ocupa una posición estratégica en el radio de las rutas de acción para vuelos de media distancia, lo que resulta muy competitivo; por lo que acrecienta su oferta para ilusionar a casi trescientos millones de potenciales visitantes. Sin embargo, al cierre de 2010 solo recibió 2,09 millones de turistas extranjeros. Tiene una oferta de casi cien mil camas, la mayoría concentradas en las zonas turísticas de la costa del Pacífico, Guanacaste y Valle Central; su ocupación media ronda el 57% (incluido el turista nacional). Por ello, si establecemos una comparación con otros destinos, es evidente que aún sigue estando en una cota baja de rentabilidad y ocupación de sus recursos. Las estimaciones que hemos realizado nos indican que, con esta capacidad, Costa Rica podría tener la potencialidad de acoger a unos cuatro millones anuales de turistas extranjeros. Y eso optimizando al máximo y con criterios adecuados, "ad modum et casum", los recursos actuales, sin que ello suponga un incremento notable en la cantidad de sus infraestructuras. Eso sí, y de forma ineludible, se tendrá que mejorar sustancialmente la calidad de su oferta, como al mismo tiempo propiciar la construcción de algunos grandes "resorts" de lujo.

Uno de los estudios básicos y de vital importancia a realizar de cara a su próximo futuro es el de determinar su techo o capacidad de absorción, con el objeto de establecer un plan certero, claro y definido para potenciar su promoción en los próximos años, previo el estudio de campo "ad modum" y por los técnicos "ad hoc" de organismos de reconocido prestigio internacional. A la vez, tendría que decantarse por incentivar algunas "low cost" desde puntos estratégicos como Miami, Los Ángeles y Nueva York.

Este destacado e importante destino precisa de una incuestionable mejora en sus infraestructuras. Además de trabajar con mayor intensidad en la diversificación de su oferta.

De los dos millones de turistas que recibe, casi el 50% proviene principalmente de tres países: primero, Estados Unidos, con el 38%; segundo, Canadá, con el 5,1%, y tercero, México, con el 2,5%. Otro 25% del total acude desde América Central, siendo predominante Nicaragua, con el 20% del mismo. El Viejo Continente aporta el 12,5%. Y, curiosamente, los españoles son los turistas europeos que más viajan a Costa Rica. El 65% de estos llegan al país por vía aérea, el 33% por medios terrestres y solo un 2% por vía marítima. La estancia media está en once días, lo que supone un buen índice, pero tendrían que mejorar en lo referente al gasto medio por persona, que actualmente está en 870 euros, lo que respecto de otros destinos es bastante bajo.

Otro de los nichos a desarrollar es el turismo de cruceros, estableciendo puertos base y, obviamente, de forma complementaria desarrollar el turismo náutico. En la actualidad solo recibe unos trescientos ochenta mil cruceristas. Si establecemos comparaciones, en el puerto de Santa Cruz, en la isla de Tenerife, arriban cada año setecientos mil, con previsiones de crecimiento.

Con este resumen de indicadores, debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas, creemos que Costa Rica, acometiendo un plan estratégico consensuado entre todos los sectores implicados, puede ser uno de los ejes de riqueza para el país, por ser un destino turístico novedoso y apetecido en este mundo de diversidad y ecológicamente considerado. Y es así, ya que este sector viene creciendo anualmente hasta dos dígitos en el mundo. Y que, según la OMT, se prevé que para 2020 podamos alcanzar los mil quinientos millones de turistas extranjeros. Considerando que el año 2010 se cerró con la cifra de novecientos millones, es evidente que con el incremento previsto Costa Rica dispone de un gran potencial por explotar adecuadamente en las próximas décadas.