El primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, se desplazó hoy a la isla de Utøya, escenario del ataque en el que murieron ayer 84 asistentes al campamento de las juventudes de su partido socialdemócrata y lugar donde, recordó, empezó su carrera política.

"Noruega es un país pequeño, pero con un fuerte espíritu de solidaridad", dijo el político a los medios para afirmar su convicción de que "recuperaremos este lugar como nuestra isla", por encima del "peso de la tragedia" ocurrida en ese lugar.

La isla, a unos 40 kilómetros de la capital, fue escenario ayer del segundo ataque presuntamente perpetrado por un noruego de 32 años, tras el atentado con un coche bomba en el centro del complejo gubernamental de Oslo unas dos horas antes.

Ambos ataques arrojan hasta ahora un saldo de 91 víctimas mortales, aunque fuentes policiales temen que su número aumente en las próximas horas.

Stoltenberg tenía previsto de antemano visitar hoy esa isla para participar en el campamento de las juventudes de su partido.

En una anterior declaración esta mañana desde Oslo, Stoltenberg expresó su consternación por lo que calificó de la más grave catástrofe para su país desde la Segunda Guerra Mundial.

"Fue un ataque al paraíso de mi juventud, convertido ahora en un infierno", afirmó el político en alusión a sus visitas al lugar en su juventud como participante de los campamentos de verano.

El ataque en la isla ocurrió sobre las 15.30 GMT, unas dos horas después del atentado con coche bomba en el complejo gubernamental de Oslo, en el que hubo siete personas muertas y quince heridos.