Las principales oficinas de Caja Mediterráneo (CAM) del centro de Alicante han abierto hoy sus puertas con aparente tranquilidad en la que supone la primera jornada de atención al público tras la intervención de la entidad financiera por parte del Banco de España.

Desde primera hora de esta mañana los clientes han acudido con normalidad a las diferentes sucursales de la caja alicantina, si bien algunos testimonios recogidos por EFE denotan que el escepticismo y la indiferencia son la tónica predominante entre las personas que depositan sus ahorros en la entidad.

El pasado viernes, el Banco de España intervino la CAM para dotarla de viabilidad con una línea de crédito de 3.000 millones de euros y para capitalizarla con 2.800 millones con la compra de acciones, lo que hará que el Estado controle entre un 80 y un 85 por ciento del capital.

Ante esta nueva situación, fuentes de CAM han explicado que la "tranquilidad y la normalidad" han presidido las primeras horas de atención al público en las principales sucursales, durante las cuales no se ha registrado ningún tipo de incidente.

De esa calma han sido partícipes varios clientes de diversas oficinas consultados por EFE, los cuales han transmitido su serenidad "momentánea" ante la intervención de la caja alicantina y su escepticismo ante posibles consecuencias sobre el dinero que mantienen depositado en la entidad.

Por su parte, el portavoz del sindicato SICAM, César Estrada, ha resaltado que por parte de su organización no han detectado "nerviosismo" entre los empleados de CAM, si bien ha apuntado que lo que sí que existe es "la lógica preocupación".

En declaraciones a EFE, Estrada ha expuesto que SICAM y los trabajadores a los que representan no se sienten "amenazados" por esta situación y ha apelado a la "unidad sindical" para asegurar la "estabilidad laboral" de la entidad financiera.

Cuestionado sobre la posibilidad de que la intervención de CAM por parte del Banco de España suponga despidos o cierre de nuevas oficinas, ha dicho que "dependerá del comprador" de la caja alicantina y de los "compromisos" que adquiera, por lo que ha confesado que desde el sindicato permanecen "a la espera".

En cuanto a las prejubilaciones y a las bajas incentivadas que la caja alicantina había acordado realizar en su plantilla con anterioridad a la intervención, Estrada ha señalado que la intervención de la caja "no tiene que afectar" a dichos procesos, ya que la citada reestructuración laboral "ya estaba cerrada".

Por último, el portavoz sindicalista ha resaltado que desde SICAM han presentado un escrito en el Banco de España en el que muestran su predisposición para colaborar en asegurar la estabilidad laboral y económica de la caja alicantina.