La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, hizo hoy escala en las ciudades meridionales chinas de Hong Kong y Shenzhen, donde se quejó de la falta de transparencia y libertad en la economía del gigante asiático, al que pidió mayor apertura y respeto a las normas comerciales internacionales.

En un discurso en la Cámara de Comercio de EEUU en Hong Kong, Clinton destacó que los cuatro pilares de la agenda económica norteamericana en Asia-Pacífico son "apertura, libertad, transparencia y equidad", y, en una clara alusión a China, destacó que la segunda economía mundial tiene que mejorar mucho en ellos.

"Algunas naciones en desarrollo, admirablemente centradas en la lucha contra la pobreza, pueden ser lentas a la hora de aplicar en casa reglas de las que se benefician en el extranjero", señaló la jefa de la diplomacia norteamericana, citada por la web del diario "South China Morning Post".

"Y algunos de esos países, ricos en términos absolutos pero pobres en renta per cápita, incluso llegan a pensar que esas normas no son para ellos", lamentó Clinton.

La secretaria de Estado también habló del largo debate que en la política de EEUU se está librando para acordar un aumento del techo de la deuda nacional, y mostró su confianza en que todo se resuelva positivamente y el país no se declare en suspensión de pagos la semana que viene.

"Tengo la confianza de que el Congreso hará lo correcto y trabajará con el presidente (Barack) Obama para dar los pasos necesarios que mejoren nuestra perspectiva fiscal a largo plazo", destacó Clinton.

La esposa del ex presidente Bill Clinton quitó importancia a las agrias discusiones durante la negociación, señalando que "este tipo de debates han sido una constante en nuestra política durante la historia de la república, y en ocasiones son turbios".

"Así es como una sociedad abierta y democrática finalmente se une para buscar la adecuada solución", destacó la diplomática en el discurso.

Antes de este acto público, Clinton se reunió en Hong Kong con el jefe ejecutivo de la región administrativa especial, Donald Tsang, así como con cuatro legisladores locales, quienes según el diario local transmitieron su preocupación por la situación de los derechos humanos en la parte continental de China.

Concretamente, uno de ellos, Albert Ho (presidente del Partido Demócrata) le informó de los acosos que en China sufren numerosos abogados que tratan casos de derechos humanos.

Por la tarde, Clinton cruzó la "frontera" entre la ex colonia británica y la parte continental china y mantuvo en la vecina ciudad de Shenzhen una reunión informal con el consejero de Estado chino Dai Bingguo, responsable de Asuntos Exteriores en el Ejecutivo comunista.

En la reunión se trataron temas regionales de interés común, como la cuestión nuclear en la península Coreana, ahora que representantes de las dos Coreas negocian la reactivación de las conversaciones a seis bandas, de las que Pekín fue anfitrión la pasada década.

También se habló, según fuentes diplomáticas estadounidenses, de la creciente tensión entre China y países vecinos, como Filipinas y Vietnam, en las aguas del Mar de China Meridional, un asunto que también protagonizó la reciente cumbre de ministros de AAEE de Asia en la isla indonesia de Bali, donde también participó Clinton.