El nuevo líder de los socialistas lusos, Antonio José Seguro, que sustituye al ex primer ministro José Sócrates, expresó ayer su apoyo a los compromisos financieros de Portugal, pero sin dar un cheque en blanco al Gobierno conservador. En sus primeras declaraciones tras ganar holgadamente las elecciones a la secretaría general del Partido Socialista (PS), Seguro advirtió de que defenderá "las funciones sociales del Estado" y no renunciará a presentar "soluciones alternativas" a los problemas del país, que sufre la peor crisis en tres décadas de democracia.