El piloto español de la escudería Ferrari, Fernando Alonso, considera "casi imposible" que pueda conseguir la victoria en el Mundial de Fórmula Uno, en el que actualmente es cuarto en la clasificación de corredores a 89 puntos del líder, el alemán Sebastian Vettel.

"Seamos realistas, la victoria en el Mundial es difícil, casi imposible. Pero no hay que tirar la toalla hasta que sobre la clasificación no se haya puesto el sello de la aritmética", afirma Alonso en unas declaraciones hechas en un encuentro de Ferrari en el norte de Italia, donde el equipo italiano intenta que se mantenga el gran ambiente de trabajo y compañerismo que existe en el equipo.

"Somos Ferrari y no se puede imaginar que pasemos la mitad del campeonato sin un objetivo. Por el momento, empecemos por intentar ganar las ocho carreras que faltan. Singapur tiene un sabor especial para mí. Dos victorias y un podio en tres participaciones es un récord que no pretendo arruinar", comentó el corredor asturiano.

El piloto español, bicampeón del Mundo de Fórmula Uno y quien reconoce que este es el momento "más feliz" de su carrera al poder competir con Ferrari, confía en que el año que viene "será todo distinto" dentro de la escudería italiana, tercera clasificada en el campeonato por equipos.

"Ya lo he dicho: con la nueva gestión técnica estamos encarando el reglamento como nunca lo habíamos hecho. Menos escrúpulos, más creatividad. En el equipo advierto una confianza inusual", afirmó Alonso.

El asturiano asegura que no tendría ningún problema en que el piloto británico Lewis Hamilton, con quien tuvo una complicada relación en la escudería McLaren-Mercedes hace ya cuatro años, fichara por Ferrari, aunque espera que su actual compañero, el brasileño Felipe Massa, siga durante mucho tiempo en el equipo italiano. Si llegara Hamilton, "le diría: Mira a quién tenemos aquí. No negaré que en 2007 en McLaren hubo problemas. Al final decidimos ir cada uno por nuestro camino. Ahora la pugna sería limpia, leal. Aprendí mucho ese año. Enfrentarse a un piloto fuerte, tener la posibilidad de intercambiar impresiones e ideas de conducción incrementó notablemente mi bagaje técnico", señaló Alonso.

"Por lo demás, si pienso en hace diez años y en las cosas que soy capaz de hacer ahora, me parece una locura. Era un chico ambicioso que se peleaba con un coche poco competitivo. He colaborado con compañeros de equipo que me han enseñado mucho, cada uno a su modo", añade un Fernando Alonso que si bien ya mira hacia la próxima campaña, si tiene claro que aún restan ocho carreras del presente campeonato y que en cada una de ellas va a salir por la victoria, independientemente del valor puntuativo de cada una.

Objetivo: seguir mejorando

Mientras una parte importante del equipo Ferrari disfruta de esta miniconcentración en Los Dolomitas, otra no para de trabajar en mejorar el monoplaza que volverá a estar en escena en el Gran Premio de Bélgica, próxima carrera el 28 de agosto, pese a que la atención ya está puesta en el coche de la próxima temporada. Stefano Domenicali, el "jefe" en la escudería italiana, anunció que "a principios de septiembre nos vamos a centrar únicamente en el año que viene, porque ya hemos definido todas las actualizaciones para el 150º Italia por lo menos hasta mediados de octubre", pero la realidad es que en "casa" del Cavallino Rampante no arrojan la toalla y quieren que su actual vehículo siga restándole décimas al crono.