El caserío de El Socorro de Güímar vivió ayer la presentación y bendición del campanario de la ermita del mismo nombre, que ha sido recientemente restaurado y que este año cumple quinientos años.

La obra, que al haberse desarrollado en un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural ha contado con un concienzudo estudio por los técnicos de Patrimonio Histórico, ha sido sufragada por distintos organismos y entidades. En concreto, se ha contado para la financiación con la colaboración de Caja Siete-Fundación Pedro Modesto Campos, la Junta de Compensación del Polígono Industrial Valle de Güímar, la parroquia de San Pedro Apóstol, el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de Güímar.

El campanario, que había sufrido serios desperfectos desde la obra de rehabilitación del edificio, llevada a cabo en 1990, ha sido prácticamente reconstruido. La empresa encargada de las obras ha sido Construcciones Felipe Méndez y el conjunto de los trabajos requeridos ha durado unos tres meses.

Tras el acto de bendición del campanario, tuvo lugar el tradicional Concierto de la Banda de Música del Patronato Amigos del Arte de Güímar.

Según consta en la web del municipio, y conforme a las crónicas históricas, para recordar la aparición de la Virgen en la playa de Chimisay, se construyó una ermita en el primer tercio del siglo XVI, en el mismo lugar donde el mencey Acaymo y los guanches que con él cargaban la imagen sintieron tanto peso que se vieron obligados a parar y pedir ayuda. "Por memoria de este aparecimiento -escribe el padre Fray Alonso de Espinosa en 1594-, pusieron después de los cristianos una cruz que hoy está en pie, y un poco adelante fundaron una pequeña ermita, que llamaron El Socorro".

El historiador Cipriano de Arribas y Sánchez señala que la construcción de la ermita, "mandada fabricar por el primer Adelantado y vecinos de la isla", data de 1510.