La Virgen de Los Remedios volverá a recorrer hoy la ciudad en procesión de forma oficial en sus tradicionales fiestas. Y lo hará a los 40 años de haberse perdido este acto y en este día en que se cumple el XIV Aniversario de su Coronación Canónica.

Los actos se celebrarán en la iglesia de La Concepción y darán comienzo, a las 19:0 horas, con la celebración de la eucaristía, presidida por Julián de Armas, deán de la Catedral y párroco de la iglesia de Los Remedios. La parte coral correrá a cargo del coro parroquial Nuestra Señora de Los Remedios. Acto seguido, tendrá lugar la procesión de las antorchas, que alumbrarán el camino a la venerada imagen alrededor de la plaza de La Concepción.

El que se haya recuperado esta procesión se debe al esfuerzo de la Hermandad de Los Remedios y al apoyo del deán Julián de Armas. Es de destacar que la Virgen procesionará con un hermoso y valioso manto del siglo XVIII.

El programa de actos de la festividad de la Virgen de Los Remedios seguirá mañana, a las 9:00 horas, con la celebración eucarística capitular; a las 13:00, con la celebración de la eucaristía parroquial; a las 18:30 horas, con una función religiosa oficiada por el obispo de la Diócesis de Tenerife, Bernardo Álvarez, y la actuación del coro Epifanía, y a las 20:00 horas, con la procesión claustral de la Virgen con el canto de la Salve.

El domingo habrá una misa y luego un almuerzo de confraternidad en el Seminario Diocesano. Los beneficios que se obtengan serán destinados a las labores de rehabilitación de la Catedral.

Una Virgen sajona

Según el historiador lagunero Julio Torres, "se cree que, probablemente, la imagen de la Virgen de los Remedios -de autor anónimo- es una de las muchas que abandonaron los altares durante el siglo XVI, debido, bien a la reforma protestante en Alemania o como consecuencia de la reforma auspiciada por Enrique VIII en Inglaterra de la que nacería la iglesia anglicana, que acabaría asumiendo la iconoclastia propugnada por el calvinismo".

El rostro de la Virgen, como añade Torres, apoya la hipótesis de su procedencia sajona, con el tradicional rostrillo. La Virgen luce una corona de plata bañada en oro, con piedras preciosas tales como dos rubíes y un zafiro rodeado de rubíes y esmeraldas.

Al igual que la de la Virgen, la corona del Niño también es de plata bañada en oro, con piedras preciosas, en este caso, todas esmeraldas de diversas formas y tamaño. Ambas coronas se han usado siempre en la festividad de la Virgen de los Remedios -aparecen en el altar en 1715, pero se cree que son anteriores-, siendo restauradas hace 15 años. Como es lógico, por motivos de seguridad, las imágenes solo las llevan en ocasiones especiales. El resto del tiempo permanecen en la caja fuerte de un banco.

La imagen tiene letras en su cuerpo a las que todavía ningún experto ha logrado dar explicación o saber qué dicen.