> La deforestación, considerada por los científicos como un efecto favorecedor significativo del calentamiento global, también puede enfriar el clima local en las latitudes septentrionales, según un estudio dirigido por la Universidad de Yale, y publicado este miércoles en ''Nature''.

"La tala de árboles en la región boreal produce un efecto neto de enfriamiento", afirma el investigador principal del estudio y profesor de Meteorología en Yale, Lee Xuhui, al mismo tiempo que afirma que la tala de árboles libera carbono a la atmósfera pero, por otro lado, aumenta el efecto albedo el reflejo de la luz del Sol.

Lee, quien trabajó junto a un equipo de investigadores de 20 instituciones diferentes, observó que las temperaturas superficiales en áreas deforestadas son más frías debido a que la capa de nieve refleja los rayos del Sol hacia el espacio exterior, mientras que las zonas boscosas absorben el calor solar. Por la noche, sin el efecto albedo, las zonas deforestadas continúan enfriándose más rápido que los bosques.

Los investigadores calcularon que en el norte de Minnesota la temperatura ha disminuido en un promedio de 17 grados centígrados; por otro lado, la deforestación al sur de Carolina del Norte, parece aumentar el calentamiento.

Los investigadores recopilaron datos de temperatura de una red de estaciones meteorológicas de bosques situados entre Florida y Manitoba, y compararon los resultados con las estaciones vecinas situadas en zonas abiertas cubiertas de hierba, utilizadas como sustituto de la tierra deforestada.

"El efecto de enfriamiento es lineal con la latitud, por lo que cuanto más al norte, más frío se obtiene con la deforestación", afirma Lee. David Hollinger, científico del Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, y coautor del estudio, apunta que "otra forma de leer los resultados es que los beneficios del enfriamiento del clima proporcionado por los bosques aumentan a medida que nos acercamos a los trópicos".