Desde la desintegración de la Unión de Centro Democrático tras las elecciones de 1982 nunca un partido de centroderecha había obtenido en Canarias un resultado semejante al que cosechó ayer el Partido Popular. Ni siquiera en el año 2000, cuando los conservadores se hicieron con la mayoría absoluta en el conjunto de España de la mano de José María Aznar. Liderados por Mariano Rajoy, los populares le sacaron más de seis puntos a la mayoría de Aznar en Canarias hasta situarse en algo más del 48% frente al 41,8% de hace once años.

Con respecto a los comicios de 2008, el PP sube trece puntos y tres escaños, pasando de seis a nueve, una cota que solo ha sido superada por la citada UCD.

Al PP no solo le fue muy bien en la provincia de Las Palmas, sino que en la de Santa Cruz de Tenerife, feudo de los nacionalistas de CC, les arañó un buen puñado de votos, hasta el punto de dejarlos sin el segundo escaño, al que optaba la exconsejera de Educación, Milagros Luis Brito.

Los conservadores obtuvieron en las islas occidentales seis puntos y dos diputados más hasta alcanzar cuatro. En las orientales, más de once puntos, aunque supusieron apenas un escaño adicional a los cuatro que ya poseía.

Por su parte, y en cuanto a la candidatura formada por Coalición Canaria, Nueva Canarias y el Partido Nacionalista Canario, si la coalición había obtenido en las islas occidentales el 29,16% de los sufragios en 2008, en esta ocasión perdieron más de nueve puntos hasta casi el 19,9% y de dos puestos en el Congreso a uno. La única alegría se la dieron sus socios de Nueva Canarias, que ganaron el segundo escaño para la candidatura por Las Palmas, un resultado con el que salvar los muebles.

Pero los perdedores de la noche en términos tanto absolutos como relativos, al igual que en el resto de España, fueron los socialistas, con una derrota sin paliativos.

El partido liderado por José Miguel Pérez se desmorona en forma de una quincena de puntos con respecto a los que obtuvieron en la convocatoria electoral del año 2008.

Ese porcentaje se tradujo en la pérdida de tres diputados, uno de ellos en la provincia de Santa Cruz de Tenerife y dos en la de Las Palmas. Unos 15 puntos. Un descenso más acusado en las islas orientales, con unos dieciséis puntos, que en las occidentales, con unos trece.

Habría que remontarse, precisamente, al año 2000 para encontrar un resultado peor que el de esta convocatoria.

En aquellas elecciones los socialistas hubieron de conformarse con tres asientos en el Congreso por las dos circunscripciones canarias y un 22,2% de los sufragios.