Un equipo de arqueólogos descubrió en la provincia rumana de Salaj (noroeste) restos de cerámica y figuras de arcilla de una comunidad de artesanos que vivió en la zona hace 7.000 años.

Los expertos pertenecen al Museo de Historia y Arte de Salaj, y trabajaban en el análisis arqueológico de una zona en la que está previsto que se construya un pantano.

Según informó hoy la prensa local, los arqueólogos han descubierto vestigios de la comunidad de artesanos en varios niveles bajo tierra, donde sus miembros vivieron en distintos períodos.

Los restos de cerámica y las estatuillas de arcilla, que representan formas femeninas, han sido encontradas en el nivel más profundo y datan de entre 5500 y 5400 a.C.

De esa misma época se han encontrado varias viviendas en forma de chozas excavadas en la tierra.

En el nivel siguiente, habitado en torno a 5200 a.C., se han descubierto más viviendas y tumbas que revelan un ritual desconocido de enterramiento, en el que el cuerpo se depositaba sobre una superficie de fragmentos de arcilla.

Un nivel más arriba, en el que la comunidad vivió entre los años 5000 y 4700 a.C., los arqueólogos han encontrado cerca de dos mil objetos, entre ellos numerosos cinceles y martillos de piedra, en cuya fabricación habría estado especializada la comunidad.

Los descubrimientos de este estrato permiten establecer que la comunidad de artesanos estaba organizada como un pueblo, con calles y viviendas de dos o tres estancias.

Los vestigios encontrados en la zona serán expuestos en el Museo de Historia y Arte de Zalau.