La Comisión Europea afirmó hoy que la grave situación económica que experimenta Grecia no se debe a una excesiva consolidación fiscal, sino a su alto nivel de deuda y su capacidad limitada de crear perspectivas de crecimiento.

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, afirmó hoy en un discurso que no se puede crear una estrategia para fomentar el crecimiento si se acumula más deuda y si la capacidad de un país para cumplir con los pagos está siendo cuestionada por los mercados.

Tampoco se puede obligar a los acreedores extranjeros a prestar más dinero si no tienen la confianza suficiente en el país, recalcó.

Esa premisa se aplica a los países que han quedado excluidos del mercado de la deuda o tienen que pagar tasas de interés insostenibles por prestar dinero en los mercados, afirmó.

"No hay ninguna alternativa real a la consolidación fiscal", dijo.

En el caso de Grecia, el epicentro de la crisis de la deuda soberana en Europa, su "grave situación no se debe a una consolidación excesiva", señaló Rehn, en contra de lo que afirman algunas fuerzas en el país heleno, que opinan que las medidas de ajuste estrangulan la economía griega.

Según el comisario, el esfuerzo de consolidación fiscal en Grecia se sitúa en torno al 15 % del PIB griego, un esfuerzo grande, pero no mayor que el que hace Letonia (16 %) y solo algo mayor que el de Irlanda (12 %).

"Tanto Letonia como Irlanda están en el camino de la recuperación", aseguró Rehn.

Subrayó además que la caída del 22 % del PIB de Letonia se produjo en la primavera de 2009, es decir antes de que acometiera grandes recortes presupuestarios.

"Junto al alto nivel de endeudamiento, el principal problema de la economía griega es que actualmente su capacidad de crear una fuerte perspectiva de crecimiento a medio y largo plazo es limitada", afirmó el comisario.

"El foco de atención debe estar ahora en continuar el esfuerzo fiscal e intensificar la puesta en marcha de reformas estructurales que puedan impulsar un mayor crecimiento y la creación de empleos", sostuvo Rehn.

El comisario reconoció que Europa no podrá solucionar la crisis de la deuda sin impulsar políticas que fomenten el crecimiento.

Sin embargo, recalcó que "restaurar la estabilidad es una condición sine qua non para una política de crecimiento significativa".

Dijo que unas de las economías que más se han visto afectadas por la crisis, como Irlanda, Letonia y Estonia, están obteniendo ya resultados positivos en sus esfuerzos por restaurar la estabilidad y mejorar su actividad económica.

Para impulsar el crecimiento, Rehn propone que Europa se centre en reformar los mercados laborales y el sistema de pensiones.

Europa debe, opinó, flexibilizar los salarios, mejorar la movilidad de los trabajadores en diferentes sectores, profesiones y regiones, combinar una buena educación básica con un aprendizaje que dure toda la vida, evitar impuestos excesivos, crear suficientes incentivos para los parados para que busquen nuevos empleos, y crear un sistema de pensiones que no aliente las jubilaciones tempranas.

Junto a estas reformas, Europa también debe fomentar su competitividad, la investigación e innovación y el desarrollo, dijo.

"Restaurar la estabilidad macrofinanciera es la prioridad más grande y la consolidación fiscal es un elemento clave de esta política. Pero al mismo tiempo tenemos que impulsar medidas que fomenten nuestro potencial de crecimiento", concluyó.