El mal tiempo, con lluvia matinal y nubosidad constante, marcó ayer la jornada electoral en el Norte de Tenerife. La cita con las urnas transcurrió sin incidentes importantes entre Tacoronte y Buenavista, aunque con un buen puñado de curiosidades y anécdotas electorales.

El 20N amaneció muy desapacible en el Norte. A ratos llovió con fuerza en comarcas como el Valle de La Orotava, donde, en algún caso, los chubascos llegaron a colarse, literalmente, en alguna mesa electoral. Ocurrió en el Centro Comercial La Cúpula, en el Puerto de la Cruz, donde los miembros de las dos mesas situadas allí tuvieron que cambiarlas en varias ocasiones de ubicación para esquivar las numerosas goteras de la gran cúpula amarilla.

Miembros de la mesa reconocieron a EL DÍA que la lluvia interior complicó un poco su labor en un recibidor que por la tarde estaba lleno de los restos de papeles de periódico que sirvieron para empapar los charcos de las goteras. Lo peor, aparte del trasiego de las mesas en busca de lugar resguardado, fue el riesgo de resbalón entre los votantes, que tuvieron que ser advertidos del riesgo que corrían por aquello de votar bajo la lluvia.

En La Cúpula, aparte del deficiente cerramiento, los integrantes de las dos mesas sufrieron una jornada proclive al diagnóstico precoz de la ictericia. Debido al color de la cúpula, todo el que acudió a votar se veía de color amarillento. Una auténtica tortura cromática para quienes debieron pasar allí doce horas, unas cuantas leyendo amarillas listas de votantes.

En general, la constante posma redujo la afluencia de demócratas practicantes en las primeras horas de la mañana. Aún así, hubo madrugadores, aparte de los presidentes y vocales titulares y suplentes. Y gracias a los madrugadores no hubo disgustos en algunas mesas. Según informó Televisión Canaria, en El Sauzal, un votante madrugador tuvo que sustituir la ausencia de un titular y un suplente, que ahora se podrían enfrentar a una multa e, incluso, a penas de cárcel.

Ese es el problema que tiene acudir temprano a votar. Si falta algún integrante de la mesa, el primero que aparece por allí lo debe sustituir. Y no vale como excusa ningún plan dominical.

En el Norte de Tenerife solo votó uno de los candidatos al Senado. Fue Aurelio Abreu, senador socialista, exalcalde y vicepresidente segundo del Cabildo. Alrededor de las 11:00 horas acudió al colegio Nicolás Dorta a ejercer su derecho a voto, junto a sus hijas. Su mujer no le acompañó en esta ocasión. En realidad lo estaba esperando. Y es que la esposa de Abreu resultó elegida vocal en la mesa donde debía votar su marido.

Otro votante norteño muy conocido fue Paulino Rivero (CC), presidente del Gobierno de Canarias, que acudió, como viene siendo habitual, a votar a las 11:15 horas al conocido como centro comercial de El Sauzal. Allí atendió a los medios y aseguró que espera "lealtad institucional del próximo Gobierno de España, más allá de colores políticos". Hablaba de Madrid, pero probablemente pensaba en Soria.

En Los Realejos también votó un sonriente Manuel Domínguez, alcalde, exdiputado nacional y secretario insular del PP. Hay rostros que dan más datos que cualquier sondeo a pie de urna.

Políticos aparte, la jornada contó también con numerosas historias personales. Pequeños retos superados por gente que no lo tiene fácil en la vida. Un ejemplo de ello es la joven discapacitada Arancha García Barrios, que lucha desde hace años por conseguir financiación para reformar su casa y poder salir a la calle sin ayuda. Ayer, miembros de Cruz Roja llegados de La Laguna la sacaron de su vivienda en Icod de los Vinos en camilla y en camilla llegó hasta la mesa electoral para depositar sus votos.

Arancha García votó en la casa de la cultura de Las Granaderas y le hizo especial ilusión poder ser ella, personalmente, la que depositara los votos en la urna.

"Ha sido un día muy bonito, no ha sido una votación tan fría como otras veces, sentí que la gente estaba dispuesta a ayudar y recordé la primera vez que voté. Parecerá una tontería, pero hoy me sentí un poco más ciudadana, me sentí en igualdad de oportunidades y con el poder, por unos segundos, en mis manos", reconoció.

Otra mujer con problemas físicos, Chana Gorrín, pudo votar en Garachico sin salir del coche de su nieto. La presidenta de la mesa y representantes de los partidos salieron a la calle a recoger sus sufragios en San Juan del Reparo.

Una jornada electoral da para mucho, como para que las monjas de clausura de Garachico acudieran a votar "sin cámaras por favor"; para que un exedil de IpO como Agapito de Cruz Franco fuera elegido el 20N presidente de una mesa electoral de La Orotava, o para que se ubicaran mesas electorales bajo la atenta mirada de San Juan Bosco, en el colegio salesiano de la Villa, o en un gimnasio de un centro de rehabilitación psicosocial de La Victoria, entre colchonetas, pesas y pelotas gigantes.